Susana Giménez estrenó nueva temporada en la televisión y tuvo como primera invitada a Luisana Lopilato. La actriz, que llegó de Canadá hace tres días, se sentó en el living de la diva y habló de todo.
"Llegué hace tres días al país. Vine para filmar la precuela de Perdida, mientras Michael (Bublé) está de gira. Siempre que puedo lo acompaño en los conciertos, pero ahora tuve que venir por mis compromisos acá", detalló Luisana.
Aunque siempre prefirió mantener el tema en reserva, Luisana recordó la lucha de su hijo Noah contra un cáncer de hígado, del cual logró recuperarse: "Gracias Dios está todo muy bien. Todas las oraciones que mandaron llegaron. Quiero agradecer porque la gente enviaba siempre mucho cariño", sostuvo.
El año pasado, Luisana fue mamá de Vida, la tercera hija del matrimonio. "Yo esperaba un varón, pensé que se venía el tercero, pero fue un regalo de Dios. Su papá está como loco y ella lo ama, lo besa. Sus hermanos la cuidan mucho y la visten de superhéroe", contó la protagonista de Perdida, y agregó: "Para nosotros, después de todo lo que pasamos, tener una hija fue volver a creer en la vida. Por eso elegimos ese nombre", contó.
Luisana destacó que sus hermanos, Darío y Daniela, y sus padres Betty y Eduardo, fueron quienes la ayudaron a no bajar los brazos ante la enfermedad de su hijo. "Ellos son mi sostén. Yo soy una persona de fe, creo mucho en Dios, pero tener a mi familia atrás es muy importante".
Lo que no sabía la actriz era que los cuatro estaban presentes en el piso, y que le darían una hermosa sorpresa. "Me pareció raro que estuvieron todos tranquilitos. Nadie me llamó, por lo general los domingos me llaman para ver si necesito ayuda", reveló Luisana.
"Esta es la primera vez que estamos todos juntos en la tele, porque a mamá no le gustan mucho la cámaras", contó la hermana mayor de la actriz, que se destaca como nutricionista. Luego de compartir anécdotas familiares, Susana los despidió diciéndoles: "Son una familia adorable".