El juez federal Daniel Rafecas dijo que recibió "presiones públicas" del ex vicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone, refutó las versiones que lo acusan de beneficiar a Cristina Fernández de Kirchner y afirmó que "aplicó la ley y el derecho" al declinar la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la ex presidenta por encubrimiento en el atentado a la AMIA.
"Yo recibí presiones del ex vicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone (en 2012) sencillamente porque había dispuesto allanamientos en la planta de la empresa, en las oficinas del Ministerio de Economía y luego en su vivienda particular. Entonces él hizo una conferencia de prensa en la que me atacó, en un acto de presión pública hacia un juez federal como lo era yo", contó Rafecas en una entrevista publicada en el Diario Hoy de La Plata.
Al ser consultado sobre la posible intimidación del poder político hacia la Justicia en causas clave, el magistrado opinó que "no deben existir presiones de ningún tipo". Y agregó: "Para nosotros como jueces, más allá de las instancias y los lugares donde trabajemos, es muy importante sentir esa pertenencia a un poder fuerte e independiente".