Un estudio reveló a qué edad envejecen los perros, según su raza

Una investigación realizada por veterinarios determinó que los canes no siempre envejecen a partir de los siete años, sino que depende de qué raza sean.

Un estudio reveló a qué edad envejecen los perros, según su raza
Un estudio reveló a qué edad envejecen los perros, según su raza.

Los perros son, sin lugar a dudas, el mejor amigo del hombre. Pero esta frase trillada no es solo por lo que marcó la evolución, sino porque se transformaron en seres que son parte de las familias. Es por eso que una de las grandes preguntas que existía sobre a qué edad envejecen los perros ya tiene una respuesta.

La llegada de la etapa geriátrica en los perros ha sido por mucho tiempo un tema de debate, pero un reciente estudio publicado en el Journal of Small Animal Practice aporta claridad en torno a este proceso, subrayando la importancia de la raza, el tamaño y las particularidades individuales de cada can. En promedio, la comunidad veterinaria había establecido los siete años como punto de partida, aunque investigaciones actuales demuestran que esta cifra puede variar ampliamente. La longevidad y el ritmo de envejecimiento presentan diferencias marcadas entre razas, lo que obliga a repensar los cuidados y controles veterinarios adaptados para cada mascota.

El informe señala, por ejemplo, que un cocker spaniel puede ser considerado mayor a partir de los 11 años, mientras que un jack russell terrier podría ingresar a la vejez recién a los 14 años. En razas grandes, como el labrador retriever o el dogo de Burdeos, el envejecimiento aparece antes y se asocia a afecciones musculoesqueléticas y articulares. Estos nuevos datos resultan fundamentales para anticipar y prevenir complicaciones, ya que los cambios biológicos afectan diversos sistemas del organismo y determinan necesidades específicas.

La vejez en los perros depende de su tamaño y otros factores
La vejez en los perros depende de su tamaño y otros factores

No todos los perros envejecen igual: el papel de la raza y el tamaño en la vejez canina

Una de las principales conclusiones del trabajo científico es que las razas pequeñas tienden a envejecer más tarde que las razas grandes. Mientras los perros de menor tamaño pueden vivir hasta los 14 o 15 años antes de ser considerados geriátricos, los de gran tamaño suelen presentar síntomas de vejez hacia los siete u ocho años. Entre las afecciones más frecuentes detectadas en la etapa senior figuran los problemas de peso (afectando al 35 % de los viejos), trastornos musculoesqueléticos (33 %), dentales (31 %), cutáneos (28 %) y digestivos (22 %).

El estudio remarca que las patologías dentales, como la periodontitis y la acumulación de sarro, aumentan un 10 % anual en perros mayores, especialmente en razas chicas como el cocker spaniel. Por el contrario, las enfermedades osteoarticulares predominan en animales de mayor corpulencia, vinculándose a la movilidad y a la masa corporal. Estos datos refrendan la idea de que la medicina preventiva y las rutinas de control deben ser específicas y ajustadas a cada grupo.

Las razas pequeñas tienden a envejecer más tarde que las razas grandes
Las razas pequeñas tienden a envejecer más tarde que las razas grandes

Prevención y cuidados específicos: claves para mejorar la calidad de vida de los perros mayores

El proceso de envejecimiento canino, según los veterinarios, no depende únicamente de la edad cronológica. Factores como el sexo, la esterilización y el ambiente influyen de manera decisiva. Por ejemplo, los machos esterilizados pueden presentar mayor incidencia de problemas locomotores en comparación con hembras no esterilizadas. A esto se suma el efecto del tamaño, ya que los perros grandes requieren estrategias preventivas más intensivas para contrarrestar el desgaste acelerado.

Especialistas recomiendan una serie de medidas para asegurar una vejez saludable: controles veterinarios periódicos, vacunación y desparasitación regular, dieta adaptada al metabolismo del perro senior y actividad física moderada. El cuidado de la salud oral es esencial para prevenir complicaciones sistémicas y mantener la calidad de vida. Paralelamente, la educación del propietario es clave para identificar señales de alerta temprana y ajustar las rutinas cotidianas.