En el corazón de la Patagonia se esconde una experiencia que invita a perderse —y encontrarse— entre la naturaleza. El Laberinto Patagonia, ubicado en la localidad de El Hoyo, provincia de Chubut, es el laberinto natural más grande de toda Sudamérica y una de las atracciones más elegidas por quienes visitan la comarca andina del paralelo 42.
El paseo puede disfrutarse en familia, en pareja o incluso en solitario, y promete una jornada diferente, rodeada de paisajes únicos. El lugar abrió sus puertas en enero de 2013 y se encuentra a 3,7 kilómetros del centro de El Hoyo, camino a El Desemboque, en una zona donde el verde de los cipreses se funde con el fondo majestuoso de la cordillera andina.

Llegar al laberinto es sencillo: se puede acceder desde los vuelos hacia Esquel, que parten especialmente desde Córdoba, lo que facilita la conexión para los turistas que deseen combinar esta actividad con otros destinos de la provincia.
La creadora del espacio, Doris García Romera, explicó que el diseño está hecho con una variedad de ciprés y pensado para ofrecer una experiencia sensorial completa. “La magia de nuestro laberinto es que, además de ser el más austral del mundo, está sobre una loma, lo que permite una vista en 360 grados de toda la cordillera. Es maravilloso. El entorno es muy hermoso y místico”, contó en diálogo con Patagonia Andina.

En cuanto a los valores de ingreso, la entrada general cuesta $18.000, mientras que los menores de 7 años ingresan gratis. Los niños de 7 a 12 años abonan $15.000, y los jubilados, $12.000. Una propuesta distinta, ideal para quienes buscan vivir una aventura entre naturaleza, arte y paisaje en el sur argentino.


































