De las 17 especies de pingüinos que existen, alrededor de 8 habitan la Antártida de manera directa y casi todos ellos están en peligro de extinción por los cambios en el clima.
Durante las últimas semanas se han vivido temperaturas que en algunos casos alcanzaron los 20°C como es el caso de la Isla Marambio en la península antártica el pasado 9 de febrero o los 18°C en Base Esperanza el 6 de febrero.
En el continente blanco el hielo se derrite hasta seis veces más rápido que hace cuarenta años, afectando a la vida, en especial a los pingüinos. Sin hielo su comida se aleja y deben viajar más en búsqueda de alimento, y en esa búsqueda sus crías mueren esperando.
Chris Eckstrom y Frans Lanting, fotógrafos de National Geographic, grabaron en fotografías y videos el momento y señalaron que "nos desmayamos de ver a los polluelos pingüinos Adelia cubiertos de barro rojo en una isla fuera de la península".
"A medida que las temperaturas suben, la nieve y el hielo pueden dar paso a la lluvia y al barro y los pingüinos pierden su aislamiento. Algunos pollitos luchan por mantenerse calientes cuando sus plumas están cubiertas de barro como esta joven Adelia que está temblando", explican.