La caída de las ventas del sector supermercadista, junto al incremento de los costos y la falta de crédito impactaron de lleno en su operatoria y ni siquiera el rubro exportador frigorífico logró compensar la situación.
Así se desprende de su último balance anual presentado esta semana en la Comisión Nacional de Valores (CNV) en el que la empresa detalló que en el rubro supermercadista sus ingresos disminuyeron 8%, ya que pasaron de $60.500 millones en junio de 2018 a los $55.700 millones de este año. Al mismo tiempo, el segmento denominado "negocios inmobiliarios" bajó 21% porque este año 2019 alcanzó los $108 millones, versus los $137 millones del año anterior.
Por su parte el rubro "Administración de tarjeta de crédito propia" con el que brindan crédito a sus clientes del canal supermercadista se mantuvo prácticamente igual de un año al otro, con ingresos de poco más de $1.000 millones.
Finalmente, el único ganador para la empresa resultó el sector frigorífico, con ingresos de $6.389 millones, mostrando un incremento del 57% respecto de junio de 2018 cuando había alcanzado los $4.050 millones.
Como reflejo de esta situación en la memoria de su balance desde la firma remarcan los logros conseguidos de la mano del sector frigorífico -en el que durante el año pasado invirtió poco más de u$s20 millones para modernizar sus dos plantas de faena- y destaca el cumplimiento de la Cuota Hilton, el incremento de la faena y las exportaciones de menudencias a Corea y carne a Estados Unidos.
Mientras tanto, en lo derivado al sector supermercadista son pocas las buenas noticias y así lo destacó el directorio: "Durante el ejercicio que comentamos prevaleció la prudencia en las inversiones debido al contexto macroeconómico descripto; sin embargo, la Sociedad inauguró en octubre de 2018 una sucursal en la ciudad de Arroyito, provincia de Córdoba".
Lo cierto es que la complicada situación de La Anómina es el fiel reflejo de la agudización de la crisis económica argentina. En su balance anterior, cerrado en junio de 2018, el grupo había vuelto a perder plata por segunda vez en su historia -la primera había sido post crisis 2001/2002- y ahora en este 2019 llegó el peor resultado con una pérdida de $846 millones cuando en 2018 había perdido $120 millones, ejercicio en el que posteriormente aplicó normas para ajustar por inflación.
Incluso, en noviembre del año pasado la calificadora de riesgo Fix confirmó su calificación para la firma como "Negativa" y en ese momento explicaba: "La compañía posee desafíos importantes en ejercicio fiscal en curso, especialmente considerando el impacto de los niveles de inflación y caída del consumo sobre la actividad de venta minorista".
En este marco lo que queda de este año y los primeros seis meses del próximo serán al menos desafiantes para la empresa y eso se hace sentir en las perspectivas anunciadas por la firma en el cierre del balance: "Para el ejercicio que se inicia, que consideramos será difícil por el contexto macroeconómico, nos proponemos seguir trabajando de acuerdo a nuestra misión, haciendo hincapié en la reducción de gastos operativos, y siendo cautelosos con relación a las inversiones".