El porcentaje está lejos de las metas que se habían previsto por medio de las leyes nacional de educación (26.206), de 2006, y de financiamiento educativo (26.705), de 2005, que buscaban garantizar ese beneficio al menos para el 30% de los chicos en los cuatro años siguientes y así alcanzar el 100% de forma progresiva.
Así surge de un relevamiento de datos oficiales efectuado por el Centro de Estudios de Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, que dirige Alieto Guadagni, y que permite, además, confirmar un fuerte desequilibrio entre los sistemas público y privado también en este aspecto.
La única provincia que tiene equilibrio entre ambas ofertas es Tierra del Fuego, al tope del ranking de mayor porcentaje de chicos con jornada extendida: el 78,2%, en escuelas públicas, y el 79,5%, en privadas. Córdoba tiene casi la mitad de su servicio público con jornada extendida, el 49,5%, mientras que el ámbito privado es de apenas el 23%. En una situación casi de paridad se encuentra la ciudad de Buenos Aires -48,83% frente a 41,1%-, mientras que en Catamarca el ámbito estatal tiene el 22,8% y no se conocen datos de la oferta privada. Río Negro, el quinto distrito mejor ubicado, tiene menor oferta pública (20%) que privada (24,8%).
En el otro extremo de la tabla de posiciones, se encuentran: Chaco (5,7% de alumnos públicos frente a 3,9%, de privados); San Luis, casi en una oferta empatada (4,7%-4,5%); Corrientes, con mejor propuesta privada (3,9%-9,6%); Neuquén, con un fuerte desequilibrio en detrimento de los estudiantes estatales (2,5%-28,6%), y Santa Cruz, que no brinda información sobre el sistema público e informa que el 13,2% de la matrícula privada es de jornada extendida.
"El nivel educativo de nuestros niños de la escuela primaria es bajo. Tienen muy pocas horas de enseñanza. Mejorar la calidad educativa de nuestras escuelas primarias no será una tarea fácil y exigirá avanzar rápidamente en la extensión de la jornada escolar extendida. Este avance deberá ser más acelerado en las escuelas a las que acuden los niños pobres, fortaleciendo así la igualdad de oportunidades", plantea Guadagni en su análisis, que fue realizado junto con los especialistas Gisela Lima y Francisco Boero.
Desde 2006, en que se estableció por ley que las escuelas primarias tenían que ser de jornada extendida o completa hasta la actualidad, se pasó de los iniciales 5,5% al 13,9%, según los últimos datos disponibles que pertenecen al último ciclo lectivo. Es decir que en 2005 solo 252.376 chicos sobre un total de 4.597.747 tenían ese sistema.
Entre 2005 y 2010, el aumento del tiempo en el aula a nivel total fue ínfimo: apenas el 0,6%. Creció más entre la matrícula del sector privado, 1,4% (pasó del inicial 5,7% al 7,1%), mientras que en el ámbito estatal el incremento fue de 0,3% (de 5,4% a 5,7%).
En 2015, 10 años después de aprobada la ley, la mejora percibida fue baja: de 4.814.085 chicos en el primario, solo 654.462 cursaban jornada extendida (13,6%). La diferencia entre ambos sistemas fue de 0,7% en favor del privado (13,4%-14,1%). Al revisar esos datos tres años después, la mejora es de apenas 0,3% total. Subió 0,6% en el ámbito público y bajó 0,4% en la oferta privada.