El 24 de septiembre de 1820, se sanciona la Constitución de la República del Tucumán. Según las historiadoras María Puig y Marta de Ezcurra, "La carta orgánica proclamaba la autonomía del Estado y establecía, entre otras cosas, que las provincias de su jurisdicción estarían bajo la autoridad de sus gobernadores, intendentes, excepto Tucumán que dependía directamente del presidente de la República. El estatuto no tenía intenciones separatistas. Si bien Tucumán se declaraba República libre e independiente, su independencia era transitoria hasta que un congreso determina la forma de gobierno. La constitución perduró hasta la disolución de la república".
Según las mismas historiadoras la convocatoria para esta república la realiza Bernabé Araoz, el 22 de marzo de 1820, pero el 25 de agosto de 1921, el coronel Abraham González, derrocaba a Araoz y luego se disuelve la República de Tucumán.