“Tierra Blanca” es el nombre del documental que tiene como protagonista a Facundo Martínez, un tresarroyense que actualmente se desempeña como observador meteorológico y técnico geomagnético en la Antártida. La producción propone un recorrido íntimo y visual por la vida en una de las bases más antiguas del continente y pone en primer plano el trabajo que realiza Argentina en un territorio clave a nivel científico y estratégico.
Martínez forma parte del Servicio Meteorológico Nacional desde hace más de una década. “Trabajo en el servicio meteorológico desde hace casi 11 años. Soy observador meteorológico de superficie y operador geomagnético”, explicó. Actualmente se encuentra destinado en la Base Conjunta Orcadas, ubicada a unos 700 u 800 kilómetros de Ushuaia, del lado oeste.
Orcadas no es una base más. “Es la primera y más antigua base antártica argentina. Desde el 22 de febrero de 1904 Argentina tomó posesión y desde entonces mantiene presencia ininterrumpida”, destacó el tresarroyense.

Sobre las condiciones climáticas actuales, relató que “acá estamos entre 0 y 2 grados, ayer hizo unos 4 grados”, muy lejos de las temperaturas extremas del invierno antártico. “En junio y julio hemos tenido 35 o 41 grados bajo cero de sensación térmica, con ráfagas de viento de hasta 150 kilómetros por hora”, recordó.
El documental puede verse en su canal de YouTube. “Si buscan ‘Facu Martínez’ aparece el documental, que se llama “Tierra Blanca, un tresarroyense en la Antártida”, detalló. La producción reúne imágenes propias, material del Servicio Meteorológico Nacional y de distintas instituciones científicas. “La idea es mostrar qué hacemos acá y cómo es realmente la vida en la Antártida, algo que muchas veces no se conoce”.

En cuanto a sus tareas diarias, Martínez explicó que su trabajo va mucho más allá del clima. “Me encargo de las observaciones meteorológicas y de las fluctuaciones geomagnéticas, del control del campo magnético de la Tierra en el observatorio, que es uno de los más antiguos del mundo”, señaló. Además, como ocurre en las bases antárticas, todos los integrantes cumplen múltiples funciones. “Acá todos hacemos de todo, el trabajo es constante”.
El camino para llegar a la Antártida no fue sencillo. “Antes de entrar al Servicio Meteorológico sabía que existía la Antártida, pero no sabía que gente como yo podía venir. Pensaba que solo venían militares o científicos de otras áreas”, contó.

Con el tiempo descubrió que el organismo envía personal a las bases y decidió prepararse. “Hice la capacitación en 2021, estuve en la Base Carlini en 2022, regresé en 2023 y sentí que me había quedado mucho por conocer. Por eso volví a Orcadas”.
Respecto al acceso, explicó que es parte de la experiencia. “Llegar ya es complicado: a veces es por vía aérea, otras por transporte marítimo. Son varios días de navegación o vuelos condicionados por el clima. Todo eso hace que la experiencia sea inolvidable”.
Martínez también se refirió a la importancia estratégica del continente. “Desde el Tratado Antártico de 1959, la Antártida es un territorio destinado a la paz y la ciencia. Es la segunda reserva de agua dulce del planeta, lo que la convierte en un lugar clave a nivel mundial”, remarcó. En ese sentido, destacó la presencia argentina sostenida en el tiempo. “Mantener las bases año tras año es fundamental para la investigación y para la presencia soberana”.

Sobre la vida cotidiana y los riesgos, explicó que durante los temporales extremos muchas tareas se reducen, aunque no siempre se pueden suspender. “En esos casos salimos con varias capas térmicas, cuidando especialmente manos, pies, ojos y oídos. Con el viento y la nieve en suspensión, a veces no sabés ni dónde estás caminando”, describió.
Pese a las dificultades, aseguró que la experiencia vale la pena. “Es un esfuerzo grande, pero es muy gratificante. Tiene una recompensa enorme”. En lo personal, destacó el apoyo familiar. “Mis padres al principio dudaban, pero siempre me apoyaron. Ese apoyo, el de la familia y los amigos, es fundamental estando tan lejos”.
“Tierra Blanca” dura 47 minutos y propone una mirada cercana y humana sobre un territorio poco conocido. “La idea es mostrar lo que no se ve, lo que no suele aparecer en las noticias: cómo vivimos y trabajamos quienes estamos acá”, concluyó Martínez.


































