El 14 de diciembre de 2015 marcó un antes y después en la vida de Ismael Yolando Ledesma, que finalmente a casi tres años del homicidio de Ramón Orlando Rodríguez contó su versión de los hechos y cómo fue que lo asesinó en la localidad de Taco Bajada, departamento Pellegrini.
Ante el Tribunal que lo está juzgando y que podría darle una pena entre 8 y 25 años de cárcel, el sujeto confesó: "La encontré a ella sentada en las rodillas de él y besándose, en esos momentos se me nubló la vista, agarré la escopeta y les disparé".
Al recordar el día del asesinato, el homicida contó que mandó a su primo, Ariel Ledesma, a comprarle grasa a Salvatierra y que cunado él volvió había dicho que la había visto a la mujer con un gordito y le advirtió: "Guarda, no vayas a hacer macanas", rememoró.
Sin embargo, Inés Salvatierra, la mujer en cuestión, negó que haya sucedido así. "Me había separado de él dos meses antes porque me molía a golpes y no lo denuncié porque le tenía miedo. A la esposa también la mataba a golpes y luego venía a apaciguarse conmigo. Él es un golpeador. Espero que le den el castigo que le corresponda, y si llega a salir tendré que enterrarme bajo tierra porque es capaz de matarme", además agregó que no se estaba besando con Rodríguez, solo estaban tomando mate, cuando de repente sintió el estruendo y vio caer muerto al individuo, indicó Nuevo Diario Web.