El pasado viernes por la tarde, un niño de tres años de edad sufrió una mordida en el rostro de un perro dogo cruza con rottweiler que le provocó gravísimas heridas.
El desgraciado suceso ocurrió en un domicilio ubicado sobre la calle Víctor Lordi, entre Lope de Vega y Pasteur, en el barrio Villa Santillán de Santa Rosa, y pese al hermetismo informativo, El Diario pudo saber que el animal sería propiedad de la tía del pequeño.
El niño fue trasladado de inmediato al Hospital Lucio Molas donde quedó internado en terapia intensiva y la policía no intervino porque, al ocurrir en un ámbito familiar, no hubo ninguna denuncia, según explicaron las fuentes consultadas.
En cambio, tomó intervención el Departamento de Zoonosis de la Dirección de Protección Ambiental de la Municipalidad local, quienes "quisieron secuestrar el animal y, por un tema de profilaxis, observarlo por 10 días para saber si tenía rabia, pero cuando llamaron les dijeron que al perro ya lo habían hecho desaparecer", contaron las fuentes.
