Hace días, la cárcel de Coronda fue escenario de una requisa en la que se encontró una decena de celulares, varios de ellos en posesión de algunos internos. El operativo puso en la mira al personal del Servicio Penitenciario, ya que algunos de los dispositivos estaban ocultos en un baño exclusivo para empleados. En ese contexto, el gobierno de Santa Fe confirmó que a mitad de este año se instalarán inhibidores de señal en la cárcel de Piñero.
Con esto se busca impedir las comunicaciones entre los reclusos y personas del exterior, disminuyendo de esta manera las actividades delictivas comandadas desde la institución penitenciaria. La tecnología inhibirá no sólo las bandas de empresas de comunicaciones por celular, sino también la conexión Wifi en todo el complejo de Piñero.
“Se hizo búsqueda a nivel internacional y se seleccionó tecnología de Israel, país pionero en el desarrollo de tecnología para la defensa y la seguridad. Y en este momento se están fabricando esos equipos especiales para el sistema penitenciario de Santa Fe”; remarcó la secretaria de Ciencia y Tecnología de Santa Fe, Marina Baima a LT8.
¿QUé empresa aportará la tecnología necesaria?
Con relación al personal penitenciario, Baima explicó que “ellos estarán habilitados solo con un sistema cifrado, tendrán una banda especial, para permitir el contacto entre los agentes y los funcionarios del Ministerio de Seguridad y el sistema de control externo que no tiene todo sistema penitenciario”.
Para llevar adelante el proceso, la provincia hizo un acuerdo con Invap, una sociedad del Estado de alta tecnología con sede central en San Carlos de Bariloche dedicada al diseño, integración, y construcción de plantas, equipamientos y dispositivos en áreas de alta complejidad como energía nuclear, tecnología espacial, tecnología industrial y equipamiento médico y científico.
De ser exitoso, el proyecto que se testeará en Piñero podría trasladarse a otras Unidades Penitenciarias como la de Coronda. Esto marcaría una importante diferencia respecto a las políticas de seguridad adoptadas en cárceles como la de Marcos Paz, recientemente envuelta en una polémica por la posible instalación de fibra óptica dentro de complejo.