Frente a la preocupación que suscitaron las imágenes de una cámara refrigerada en el Hospital José María Cullen, las autoridades aclararon que tomaron medidas preventivas para darles “un lugar digno” a los cuerpos. “No vamos a meter fallecidos en un container”, aseguraron en medio de la pandemia de coronavirus.
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El director Juan Pablo Poletti insistió en que el “reefer” que se pudo ver este miércoles en el nosocomio “no está en uso” ni se saturó la morgue. A continuación, expresó: “Sabemos que era una decisión difícil, pero que teníamos que tomar”.
“Lo que se viralizó ayer era una prevención para un posible problema y no lamentar lo que vimos en otros lugares del mundo”, remarcó el titular del efector. En conferencia de prensa, aseguró sobre la atención de las familias de las personas fallecidas: “Se los va a tratar con dignidad, que es lo que buscamos”.
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El funcionario informó que el Cullen tiene lugar para almacenar 9 cuerpos y el Hospital Iturraspe dispone de otras 10 plazas. Sin embargo, no hay lugares con esas características en el sector privado ni en otros efectores públicos de la región como el Sayago, el Mira y López y el Protomédico de Recreo.
Poletti recordó que el hospital solía tener 30 plazas en el sector de terapia intensiva y ya llegaron a instalar “60 camas respiradas” por la pandemia de coronavirus. De la misma manera se refuncionalizó el Centro de Especialidades Médicas de Santa Fe (Cemafe) ante el aumento de las internaciones por COVID-19.
