Jon Morgan, un joven guardavidas de la localidad santafesina de San Javier, está seguro que jamás olvidará las vacaciones que pasó en Brasil. Pese a que la idea era ir a conocer las paradisíacas playas del país vecino, dos circunstancias fortuitas lo motivaron a actuar y salvó la vida de dos personas ante la falta de personal capacitado en el lugar.
Lo significativo fue que los episodios ocurrieron en momentos diferentes. Según cuenta Jon, la primera situación se dio mientras se relajaba con su novia en una playa de Río de Janeiro; las aguas estaban agitadas y él pudo percibir la figura de una chica que se estaba ahogando, mientras su familia pedía ayuda desesperada en la playa. Sin dudarlo, el joven guardavidas le dijo a su pareja “me tiro a buscarla” y corrió al agua.
“Salí corriendo, me tiré al agua y llegué hasta la víctima, que era esta chica que estaba mal, muy nerviosa y ya sin fuerzas. Pensé que en el lugar iba a poder hacer pie, porque mido 1,86 metro, pero cuando intenté hacerlo no llegué así que me puse a flotar con ella en el agua, mientras la gente miraba”; relato. Además, contó que pudo sacar a la joven gracias a la ayuda de otro argentino que se lanzó al agua y los empujó hasta un lugar donde hacían pie.
" El hombre la empujó y habremos avanzado un metro y ahí llegué a hacer pie y empecé a hacer fuerza para llevarla a la orilla porque ella no ayudaba. Además de cansada, estaba un poco inconsciente. Utilicé todas mis fuerzas, la saqué y se la entregué a la madre. Debo decir que me dio vergüenza. Volví a tirarme en el mar y seguí disfrutando”, relata.
¿Cómo fue el rescate del nene por el guardavidas de San Javier?
Pero la cosa no quedó allí. Una hora más tarde, Jon seguía repasando los hechos con su novia cuando un nene de unos 11 años empezó a ahogarse y su mamá se tiró a salvarlo, poniendo en riesgo su propia vida. El joven miró a su novia y le preguntó “¿Me tiro?”.
“Estaba cansado y las olas eran muy altas y estaba mucho más lejos de la costa, además no conozco el terreno, la playa o el comportamiento del mar en ese lugar, pero me pidió que lo vaya a buscar. Así que ahí nomás me paré, la vi a la madre y salí a buscar al chico”. Este rescate fue un poco menos difícil que el anterior y el nene colaboró para su salvataje; por lo que ambos llegaron a salvo a la playa.
Al ser consultado sobre qué pasó una vez que dejaron la playa y se dispusieron de disfrutar el resto del día con su novia, afirmó: “La verdad, no caía. Cuando salí del primer rescate la vi a mi novia con el teléfono y se reía. Le pregunté, ‘¿filmaste?’, y me dijo sí, se lo estoy pasando a tu mamá”. Lleno de humildad, contó que este fue su primer rescate.