Un arroyo que es fuente de vida, que separa, pero que al mismo por sus puentes es el paso obligado para cientos de habitantes. El mismo arroyo que en sequía apenas un hilo de agua lleva, pero que también corre bravío en tiempos de fuertes lluvias. En el norte santafesino el Arroyo El Rey esconde un mito que casi todos conocen.
El plan de Vía País en una nueva producción de Historias y leyendas de los pueblos de Argentina es el de sumergirnos en los misterios que esconde el Arroyo El Rey.
En lo que fue la primera transmisión desde el departamento General Obligado, Víctor Braidot, historiador de la región, hizo un pormenorizado detalle de la leyenda que se remonta a los tiempos de la conquista, a las constantes luchas que existían entre quienes intentaban desplazar a los pueblos originarios y las familias que siempre habitaron éstas tierras de monte y decenas de arroyos que desembocan en el caudaloso Paraná.
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"El arroyo El rey era el límite entre la provincia de Santa fe y el territorio nacional del Chaco. Cuando los indígenas abipones que habitaban este lugar vieron que los blancos avanzaban hacia el norte, sacándoles sus tierras decidieron echarlos para que no les roben mas el terreno", contó Víctor.
"Decidieron cruzar el río y sorprender a los soldados dormidos. Lo que pasa es que el coronel Obligado tenia indígenas entre sus soldados quienes traicionaron a sus hermanos de sagre y le dijeron que esa noche vendrían los abipones a sorprenderlos", relata sobre la noche de la maldición.
"Y cuando cruzaron a las 12 de la noche del 23 de junio, los abipones se dieron cuenta de que estaban despiertos los soldados y fue así como se inició una lucha que duró cuatro horas. Y cuando a las 4 de la mañana se dieron cuenta los indígenas de que ya no podrían más, el cacique dio orden de retirada. Los soldados los perseguían y los seguían matando. Y era tal la cantidad de cuerpos que cruzaron como si hubiera sido un puente humano", describe el historiador santafesino.
Fue después de esa lucha que "el cacique y el brujo se dieron vuelta y dijeron, 'Así como los hermanos indios murieron en las aguas del Ychimaye, así también van a morir los blancos´. Y eso se toma como una especie de maldición, más conocida como La maldición del arroyo El rey", concluyó.
