Uruguay parece haberse convertido en el paradigma de una gestión de la pandemia flexible, que no obstante evitó un desborde de casos de coronavirus. Sin embargo hubo quienes compararon el caso charrúa con el de la provincia de Santa Fe, con población y características similares, pero con una cuarentena mucho más rígida que la llevó a tener la mitad de casos y un cuarto de los decesos que el vecino país.
"Se habla mucho de Uruguay pero poco del extraordinario caso de Santa Fe, que con un número de habitantes y superficie similares, muestra indicadores sanitarios mucho mejores", sentenció Roberto Villavicencio, presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario, haciéndose eco de los posteos al respecto en redes sociales. Ya a fines de mayo las propias autoridades sanitarias santafesinas habían hecho ese parangón. Pero, ¿se trata de una comparación válida? ¿Cuánto mejor es el manejo local? A continuación los datos de ambas jurisdicciones según las cifras oficiales.
Población y geografía
Uruguay cuenta con 3.449.000 habitantes distribuidos en 176.215 kilómetros cuadrados, mientras que la provincia de Santa Fe tiene 3.369.000 en 133.007 km2. El vecino país dispone de un centro urbano muy importante como Montevideo en el que residen 1.381.000 habitantes, mientras que el principal de Santa Fe es Rosario con 1.193.605 personas, ambas con una densidad similar. Pero la provincia además tiene al departamento La Capital, que dispone de casi 500 mil habitantes. El segundo más poblado de los orientales es la Ciudad de la Costa con 112 mil.
A la hora de contener la pandemia, uno de los principales problemas de Uruguay reside en que limita al norte y noroeste con Brasil, que con una muy polémica gestión gubernamental, superó los 2 millones de infectados y los 76 mil muertos. Además al oeste limita con Entre Ríos, Corrientes y Buenos Aires, otro lugar de cuidado por el continuo flujo de gente. Sin embargo Luis Lacalle Pou se movió rápido cerrando las fronteras con nuestro país a fines de marzo.
Por su parte Santa Fe limita con provincias con alta circulación del virus como Chaco al norte, Buenos Aires al sur y Córdoba al oeste. Es decir está rodeada de zonas de alto riesgo, y si bien el principal problema lo tiene con el Área Metropolitana de Buenos Aires, foco de contagio de la mayoría de los últimos casos, las localidades del norte santafesino también registraron semanas atrás importante brotes por su nexo con las chaqueñas. Además, la bota padece más cantidad de bolsones de pobreza, donde existe un mayor hacinamiento.
Manejo de la pandemia en Uruguay
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) felicitó días atrás a Uruguay por ser "el único país de América del Sur que tiene una tasa de incidencia de coronavirus que baja de manera regular durante las últimas semanas". Pero además esto se logró sin paralizar por completo la economía. Entre las razones que explican este éxito se encuentra el "confinamiento voluntario" (y no obligatorio) de la población, especialmente la de mayor riesgo, y la notoria ampliación de la capacidad para hacer pruebas de diagnóstico.
El objetivo fue el de hacer 1000 testeos diarios, algo que se superó con creces en el último tiempo, cuando se quebró la barrera total de los 80 mil. Además se estableció una estricta vigilancia a la población infectada a través de apps para dar rápidamente con aquellos con quienes tuvieron contacto y de este modo evitar la propagación del virus. En cuanto a las actividades que sí se suspendieron temporalmente, se fueron retomando con prudencia y siempre con el aval de expertos. La última de ellas fue la vuelta a clases.
Los especialistas destacan el alto nivel de acatamiento a las recomendaciones por parte de la gente, y el cuidado que ha puesto en general, usando barbijos y evitando las grandes aglomeraciones. Así y todo, se registraron más de 1000 casos positivos, con 31 muertes y una gran cantidad de recuperados: más de 900.
Manejo de la pandemia en Santa Fe
La primera medida importante en Santa Fe fue el control a viajeros en el Aeropuerto Internacional de Rosario desde el 28 de febrero, 22 días antes de decretarse el aislamiento social obligatorio. Seguido a eso, se hizo un especial monitoreo y aislamiento de los que llegaban del exterior. De hecho, el 80% de los casos registrados en los primeros días pertenecían a ese grupo. Además se instalaron puestos de control sanitarios en límites interprovinciales y rutas internas, para verificar el estado de los miles de transportistas que llegaban a diario para despachar granos en los puertos.
Paralelamente se activó una fuerte campaña de concientización sobre medidas preventivas, se armó rápidamente un comité de expertos, se centralizó la información para la población y se establecieron controles exhaustivos en industrias, empresas y sobre todo en geriátricos, todos debieron contar con protocolos sanitarios específicos para funcionar. Se coordinó con Nación la asistencia social a los sectores más vulnerables y se armaron operativos de testeos en barriadas populares. Así y todo, las pruebas superaron apenas las 16 mil hasta el momento.
Las flexibilizaciones se fueron dando a paso lento, siempre con la capital y Rosario yendo un paso atrás del resto. Sin embargo hoy está en fase 5, y con la mayor parte de las actividades autorizadas, aunque con limitaciones. Cada vez que se detectó un brote, se volvió atrás en las fases. El resultado de este conjunto de medidas arroja que los confirmados con Covid-19 son 591, de los cuales 411 se recuperaron y sólo se registraron ocho muertes. Eso sí, la economía se vio mucho más resentida que en Uruguay, con más de 300 cierres de bares y 2000 locales sólo en Rosario.