La emergencia en torno al coronavirus y la situación que se vive en las cárceles de la provincia de Santa Fe, que incluso se tradujo en violentas protestas con saldos fatales, hicieron que la Defensoría General se pusiera al frente de una serie de trámites para que detenidos puedan salir en libertad en medio de la coyuntura sanitaria.
Este lunes la defensora general de la provincia intentó calmar las reacciones de quienes se oponen a que personas privadas de su libertad puedan abandonar los establecimientos carcelarios.
"Pedimos por los que ya están en condiciones de salir, en términos legales indicó Jaquelina Balangione, en contacto con Radio 2 sobre un total de 131 pedidos que ha gestionado la oficina que lidera.
"Serán los jueces los que van a decidir en último término sobre estos pedidos", sumó la funcionaria sobre un dictamen que le excede en todos los casos.
Una nota publicada este domingo en el diario La Nación expresó que unos 500 presos estaban en condiciones de recuperar la libertad en territorio santafesino a partir de las condiciones de hacinamiento detectadas en los penales.
Para ejemplificar la situación que se da en algunos establecimientos, Balangione tomó de ejemplo la Unidad Penitenciaria 11° de Piñero. "En Piñero en muchos casos hay tres presos por celda. Si llega a entrar el virus en esos espacios, sería muy peligroso para la población carcelaria pero también para la sociedad, porque hay personal que entra y sale de las cárceles", precisó.
La defensora general aclaró que dentro de los pedidos para que presos puedan estar fuera de las cárceles figuran casos de hombre y mujeres con afecciones de base que los hacen más vulnerables frente a un eventual contagio de coronavirus. “Hablamos de diabéticos insulino-dependientes, personas con riesgo cardíaco y con alto riesgo por la pandemia”, puntualizó.