El Juzgado Civil y Comercial N°2 de Reconquista declaró la apertura formal del concurso preventivo de la agroexportadora Vicentin SAIC y fijó el 9 de junio como fecha tope para la verificación de créditos.
La firma, que integra el ranking de las 10 agroexportadoras más importantes del país, entró en cesación de pagos el 5 de diciembre cuando no pudo hacer frente a sus obligaciones por una "situación de estrés financiero", según lo comunicado por la compañía.
La deuda contraída por Vicentin con entidades bancarias nacionales e internacionales y con proveedores asciende a unos 1.350 millones de dólares. No obstante, a partir de la verificación de créditos establecida por el juez Fabián Lorenzini se conocerá el monto real de la deuda de la empresa.
A través de una resolución firmada el jueves, el juez Lorenzini declaró abierto el concurso preventivo de Vicentin, que posee domicilio legal en la localidad de Avellaneda, al norte de la provincia de Santa Fe. El concurso fue solicitado por la propia compañía el 11 de febrero, luego de intentar sin suerte realizar acuerdos extrajudiciales con sus proveedores.
El juez fijó el 11 de marzo como fecha de audiencia de sorteo de la sindicatura; el 9 de junio como límite para la verificación de créditos; y ordenó la inhibición general de bienes de la agroexportadora, como lo establece la Ley de Quiebras y Concursos (LQC).
Según el director del Banco Nación Argentina, Claudio Lozano, de los 1.350 millones de dólares que adeuda Vicentin, 350 millones en moneda extranjera corresponde a préstamos de la entidad nacional.
La semana pasada, al ser invitado por la Legislatura santafesina, Lozano sostuvo que "hay que identificar si lo que hubo fue simplemente una irresponsabilidad en el manejo empresario" o si existieron "también maniobras delictivas".
Allí señaló que "es extraño que haya llegado al concurso, habría que evaluar por qué, porque francamente no hay ninguna justificación para que haya llegado a esta situación". En esa línea, consideró que "es una empresa que tiene un flujo de negocios, una potencialidad y activos suficientes como para afrontar la deuda".
"Estamos hablando de alguien que tiene 3.000 o 4.000 millones de dólares de facturación anual, no es una pyme. No estamos hablando de los perdedores del modelo económico anterior, estamos hablando de los ganadores", aseguró Lozano.