En la Delegación Municipal del barrio San Martín lanzaron una iniciativa que dejó a más de uno helado.
Para sorpresas de los vecinos que se encontraron con una heladera en la vereda frente de la oficina comunal, al abrirla descubrieron que había productos para alimentar, no el físico sino la mente y el alma.
La “heladera literaria” es una idea que partió de los agentes de la Delegación. La intención es muy simple, fomentar la lectura, y para hacerlo el interesado solo tiene que acercarse y retirar el libro de su elección.
La idea es que con la devolución, ese lector como el resto de los vecinos contribuya a agrandar la heladera literaria aportando algún ejemplar.
“Ni bien se colocó la heladera literaria en el exterior de la delegación, fueron muchas las personas que se sumaron a la movida”, remarcaron los empleados de la oficina municipal.
Debido al éxito que tuvo la propuesta, en los ámbitos comunales no descartan que otras dependencias se sumen a la campaña.