Estafadores telefónicos volvieron a hacer de las suyas y esta vez cayó en el engaño una anciana de 89 años. Le robaron alrededor de 3.000 dólares y joyas.
El hecho fue denunciado en la tarde del martes. Según la información oficial, la víctima recibió un llamado y la mujer al otro lado del teléfono la convenció que era su hija.
En la charla la timadora convenció a la anciana para que entregue a un supuesto empleado bancario el dinero y las joyas.
Así lo hizo la mujer sin dudarlo, cuando un hombre bien vestido llamó a su puerta.
Pasó el tiempo y llamó la verdadera hija entonces fue ahí cuando la estafa salió a la luz.
La denuncia ingresó en la Comisaría 32 de San Rafael alrededor de las siete de la tarde.