En dos semanas la Justicia le dio punto final a una causa por homicidio en Malargüe. Mauricio Escobar asumió la responsabilidad por el asesinato de su amigo, Miguel Díaz (24) y fue condenado a 13 años de prisión.
El hecho ocurrió en la madrugada del 28 de febrero en la ruta 40 en Malargüe y la víctima agonizó por más de 24 horas hasta que falleció.
Aquella madrugada de domingo, Díaz y Escobar junto a otras dos personas circulaban en un Fiat 147 por la ruta 40 y Villa del Milagro, frente a una estación de servicio, y el joven de 24 años recibió un disparo en la cabeza.
No pasó mucho para que la Policía diera con Escobar y la fiscal Andrea Lorente lo imputó por el homicidio, aunque también existía la posibilidad que el disparo podría haber sido de manera accidental.
En el transcurso de la investigación las pruebas fueron apuntando contra Escobar y finalmente el detenido llegó a una cuerdo con la fiscalía, realizaron un juicio abreviado y confesó el crimen.
El imputado fue sentenciado a 13 años de prisión efectiva por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego. El fallo lleva la firma del juez Juan Ignacio Olmedo, quien avaló el arreglo de las partes.