La caída del proceso licitatorio para la construcción del acueducto Monte Comán - La Horqueta en San Rafael por la quita de financiamiento del Bid ante la detección de irregularidades, se convirtió en un escándalo.
Ante esta situación, el superintendente del Departamento General de Irrigación, Sergio Marinelli, reconoció que hubo denuncias cruzadas y sospechas que asustaron al ente internacional de financiamiento. "Todos tenemos una cuota de responsabilidad", admitió.
En diálogo con MDZ Radio Marinelli dijo que "el que paró la adjudicación fui yo porque habían ingresado las denuncias en Fiscalía de Estado. La paré a pesar de que yo tenía en mis manos la 'no objeción' a la preadjudicación que había hecho la comisión en la que intervienen profesionales con amplia trayectoria en Irrigación y con experiencia en muchas licitaciones especialmente vinculadas a financiamientos internacionales sobre todo del Prosap", esgrimió.
La obra tenía un presupuesto asignado de $645.810.000 y la obra sería adjudicada a la UTE Ceosa- Obras Andinas. Esa oferta era por $569.267.143 mientras que la más barata la hizo Laugero-Corporación del Sur por $518.255.145.
"No hay una explicación. Lo único escrito es que se violó la confidencialidad porque se expusieron las ofertas al conjunto de los oferentes en las 48 horas posteriores a conocerlas. Creo que cuando hay ruidos desde el exterior y mucho ruido mediático y presentaciones judiciales, tratan de no ser parte de la cosa", dijo el funcionario a MDZ.
"De los dimes y diretes y las cuestiones por atrás no me hago cargo y no las conozco. Pero el que frenó la obra fui yo", agregó.
"Creo que el error nuestro fue hacer lo que se hace hace 20 años en Irrigación, incluso con obras que financia el BID y nunca lo objetó. Pero si yo tengo que decir quién tiene más culpa, creo que los que hicieron ruido que usaron ese precepto de que 'la obra es para mi o no es para nadie'. Ellos son el gran culpable pero todos sin duda tendremos una cuotita de responsabilidad", finalizó.
