En su primera decisión al frente del Ejecutivo mendocino, el flamante gobernador Rodolfo Suarez envió a la Legislatura el proyecto de modificación de la ley 7.722.
En su discurso inicial, el mandatario anticipó que le pondría fichas a la minería y la explotación petrolera, en particular Vaca Muerta.
Para refrendar sus dichos, la nueva gestión terminó de darle forma al texto elaborado durante la administración de Alfredo Cornejo y en la mañana de hoy lo envió a la Legislatura.
El proyecto ingresó por el Senado y el expediente tiene el número 73.773. El origen es el Poder Ejecutivo, en particular el Ministerio de Economía y Energía que conduce Enrique Vaquié.
Entre las principales reformas a la 7.722, se cambia la prohibición explicita a distintas sustancias y se emplea la definición de mezclas o soluciones químicas. Autoriza la utilización de productos "cuya producción, importación y uso esté permitido en Argentina".
El único elemento químico que prohíbe expresamente es el mercurio.
Otro cambio importante es con respecto a la Declaración de Impacto Ambiental, (DIA). La iniciativa de Suárez evita que deba ser ratificada por la Legislatura.
Desde que la Legislatura comenzó a tratar el tema, en base a dos proyectos que habían presentado senadores del justicialismo, las aguas se dividieron y comenzaron las pulseadas en la sociedad.
El sector empresario en general lo mismo que la comunidad en Malargüe, entre otros, apoyó fuertemente la iniciativa para fomentar la actividad minera y ampliar los horizontes productivos de Mendoza.
En cambio en General Alvear y los departamentos del Valle de Uco, con el ex intendente de San Carlos y hoy legislador por Cambia Mendoza, Jorge Difonso a la cabeza, se aponen firmemente a cualquier posible cambio a la ley porque aseguran que se protege el recurso hídrico.
Como lo había anunciado también en la campaña, Rodolfo Suárez mandó a la Casa de las leyes una propuesta propia y el debate por el si o no a la ley 7.722 otra vez está en primer plano.