Este miércoles se dio inicio a la primera etapa de la obra dispuesta para reacondionar la sede de la Catedral nicoleña tras el incendio que consumió parte de su estructura interna. Para ello, una dotación del Cuartel de San Nicolás colaboró con la remoción de escombros con equipos propios, en el marco del compromiso asumido con la comunidad.
Alrededor de 20 integrantes de Compañía de Ingenieros QBN y Apoyo a la Emergencia 601 se presentaron en el lugar, en una instancia en la que se pretende despejar la zona central para la libre circulación de cara a los próximos arreglos. Los trabajos demandarán algunos días, y se contempla la restauración de la parte más alta del templo, por donde escapó el fuego.
Cabe recordar que este siniestro afectó el ratablo, el órgano, la base del coro y casi la totalidad de los bancos, material que combustionó de manera inmediata. Luego de las llamas, se retiraron la mayoría de las imágenes de las alas laterales y ventiladores, entre otros objetos que no fueron afectados. Hubo rotura de vidrios y se produjeron filtraciones.
El Santísimo y la eucaristía expuesta -en la capilla de oración permanente- no sufrieron daños, como así tampoco el anexo que comprende la Secretaría y que contiene la documentación. Para encarar esta obra, el Obispado formó una Comisión especial para fijar el presupuesto y dimensionar el costo real de la restauración.