Después del incendio que el pasado 26 de enero sacudió a la Catedral nicoleña, y que comprometió la estructura del campanario entre otras dependencias, finalmente el sábado se reunió una comisión para trazar etapas y continuar con la limpieza.
Según apuntó en conferencia el Obispo, Monseñor Hugo Santiago, hace diez días la justicia les autorizó el ingreso y se empezó a trabajar de manera minuciosa para lograr recuperar las piezas que no fueron alcanzadas por las llamas.
A partir de esto, la idea es fijar un presupuesto para que la comunidad pueda dimensionar el costo real de la restauración y colaborar. De hecho, ya hay una cuenta abierta en la sucursal del Banco Nación que recibe donaciones.
Asimismo, también a futuro se prevé montar un museo con todos esos elementos porque, según Santiago, "tienen un valor sagrado y quedarán como reliquias para la iglesia y la comunidad".