Poco menos de 30 minutos duró la última sesión ordinaria en el Concejo, no sin tensiones. Tras haberse elevado hace dos semanas un anteproyecto al deliberativo por el cupo laboral trans, desde ATTTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina) confiaban en que se le diera tratamiento, pero ni siquiera fue despachado.
"A ustedes se les dice para que den la cara. Necesitamos trabajar. ¿Por qué tenemos que ejercer la prostitución para sobrevivir?", se despachó Karina Figueroa, referente de la agrupación a nivel local.
La iniciativa promueve que el 1% del personal municipal o de empresas pymes debe conformarse por personas trans. La delantera la lleva en este sentido el municipio de Ramallo, cuya integración se aprobó precisamente la semana pasada.
"Basta de prostitución en San Nicolás, queremos trabajar registradamente. No se puede creer lo que está haciendo este municipio. En 19 municipios ya se aprobó la ley de cupo laboral. Ustedes son unos sinvergüenzas porque estamos pidiendo trabajar honradamente, estamos pidiendo un trabajo para que se nos alargue la vida porque en lo que va del año ya llevamos 75 compañeras muertas", reclamó Figueroa mientras los ediles se estaban yendo.
Ahora el esfuerzo es para lograr que se debata en las futuras sesiones extraordinarias antes de fin de año.