Cuando hace pocos días la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (Arba) cerró su balance correspondiente al mes de abril, hubo un dato más que alentador: en el primer cuatrimestre la recaudación superó en un 4,7% la meta proyectada y creció un 28,2% respecto de 2017.
Buena parte de esos tributos estuvo vinculada al cobro de los impuestos Automotor e Inmobiliario, que entre enero y abril mostraron alzas del 28 y de casi el 54% respectivamente, en comparación con el mismo periodo del año pasado.
El Inmobiliario, en todas sus plantas, aportó a la provincia $9.612 millones, con una suba del 53,8%. Y el Automotor completó un total de $9.223 millones. De ese registro, $160 millones provinieron de las arcas de los contribuyentes nicoleños: $52,87 millones en concepto de Inmobiliario y $107,91 millones por Automotor.