Tras separar del cargo al profesor sindicado como presunto autor de los hechos de abuso en el Jardín de Infantes del colegio María Auxiliadora, desde la esfera privada sostuvieron que "en ningún momento se negó la situación ni se escondió nada" y que "la escuela siempre se puso a disposición de la Justicia y de las familias".
En tal sentido, Gustavo Páez, Inspector Jefe Regional de Educación de Gestión Privada, explicó a El Norte que "en educación existe la Guía de Abordaje de Situaciones de Conflicto. Y ante la presunción de la vulneración de derechos de un alumno, la escuela está obligada a actuar". "En la gestión privada se trata de una cuestión de propietarios. Quien toma esa decisión es el dueño del establecimiento, y el Inspector no tiene injerencia", subrayó.
Esa guía en un colegio estatal actúa como indicador, en uno privado únicamente sirve a modo de sugerencia. "En el caso del María Auxiliadora, se apartó de inmediato al docente porque además trabajaba en otros niveles. Se actuó de forma impecable", indicó el interventor.
Consultado sobre cómo sobrellevan el caso en relación interdisciplinar, Páez apuntó: "Armamos una red de trabajo con varios actores". Así, los inspectores están en contacto continuo con la institución y con el área de Psicología Estatal para atender a todos aquellos padres que sientan que "los derechos de sus hijos se vieron vulnerados".
"De lo que se ha indagado, en ningún momento ninguna criatura habría estado sola, sin la mirada de la maestra de la sala. De hecho, cuando los chicos tienen una clase especial como educación física o artística, el maestro siempre está con el profesor, por disposición. Hay que trabajar en pareja pedagógica", puntualizó.
Fotografía: El Norte