Una de las historias más tristes y mayormente repetidas en este último tiempo es el asalto a los abuelos, presa fácil por no prestar resistencia a la hora del robo y a los que se los suele engañar con el famoso "cuento del tío".
Algo así le pasó a Diodoro Gonázalez, de 89 años, en su casa de Miró al 150. Dos sujetos tocaron timbre para preguntar por un hombre que hiciera rejas y, cuando vieron la oportunidad, lo golpearon y se llevaron plata.
"Un tipo tocó la puerta, yo estaba sentado al lado de la estufa. Me preguntó si yo conocía a alguien que hiciera rejas. Le dije que no y ahí me agarró del cogote y me pegó una trompada que me volteó", contó el anciano.
"Pegué la cabeza en el piso, me empezó a arrastrar y me encerró en el baño. Cada vez que abría la puerta, me pegaba patadas. Él hablaba con otro pero acá se metió uno solo aunque me dijeron que vinieron dos", continuó.
Testigos del hecho aseguraron que eran dos los malvivientes que lo asaltaron y que huyeron en una moto. "Agarró una cuchilla mía y me cortó la mano en la parte del puño de la camisa, me quería meter la tela en la boca", relató.
Al llegar a la casa, su nieta se encontró con charcos de sangre por todos lados y se imaginó lo peor. Pero, afortunadamente, Diodoro puede contar la historia. El caso quedó en manos de la UFI Nº1 y es investigado por la DDI local.