La madrugada del 18 de marzo, la familia de Héctor Peñalva recibió la peor noticia. El hombre de 58 años había sido asesinado mientras se movilizaba en su bicicleta en un intento de asalto. Murió desangrado y se peritaron seis orificios de bala en su cuerpo.
Hoy, a casi cuatro meses del deceso, la familia pide presión perpetua para los delincuentes identificados como Matías Monzón y Luciano Vein, el último menor de edad. Se les secuestró un arma calibre 22 utilizada para reducir y acabar con la vida de Peñalva.
"Hace 16 semanas me tocó enterrar a mi papá porque estas personas decidieron quitarle la vida. Dejaron una familia destruida. Le pegaron seis tiros porque simplemente no tenía plata, murió desangrado y reventándose por dentro", sostuvo su hija Belén.
A sus dichos, le sumó el pedido de cadena perpetua para los dos imputados, uno de los cuales se encuentra detenido en la Unidad Penal N° 3 y el menor fue derivado a un reformatorio de La Plata. "Mi viejo era una excelente persona, no se lo merecía", contó.