Quien es la villamercedina de corazón que puso su nombre en el arbitraje de básquet nacional

Romina Morales Ibarra creció en San Luis, practicó básquet desde niña y se convirtió en jueza. Es la primera mujer en dirigir una final de Liga Argentina. En esta entrevista con Vía San Luis confió cómo es dirigir a los varones y cuál es su secreto para ser respetada.

Quien es la villamercedina de corazón que puso su nombre en el arbitraje de básquet nacional
Romina Morales Ibarra, árbitro de básquet

Ser ‘la mujer de negro’ no es cosa fácil. Se requiere de carácter y de mucho amor a la profesión. Y a Romina Morales Ibarra le sobra. La puntana de 34 años es la primera mujer en dirigir una final de Liga Argentina de básquet masculino y por eso su nombre quedó escrito en la historia del arbitraje de la CAB (Confederación Argentina de Básquet).

Ahora no sólo es una de las pioneras en San Luis sino que es de las más reconocidas a nivel nacional.

Romina Morales Ibarra impartiendo justicia.
Romina Morales Ibarra impartiendo justicia.

Romina Morales Ibarra, la puntana que imparte justicia en el básquet nacional

Se define como una persona que vive el básquet intensamente. En su intento de desconexión junto a la familia, el básquet la acompaña siempre. Básicamente, lo mejor que le pasó fue “descubrirlo, jugarlo, vivirlo, sentirlo. Es un deporte hermoso, que amo y realmente hoy es mi estilo de vida”, confió Romina a Vía San Luis.

Comenzó a jugarlo a los 12 años en el club San Martín de Villa Mercedes. Primero como base y después de ‘dar el estirón’, jugó de alera. Disputó en torneos de selecciones, Ligas Nacionales A y B y en los primeros cuatro torneos federales del femenino. Estuvo activa hasta el 2016, y como es Profesora de Educación Física, fue también entrenadora en un club de Río Cuarto.

Romina Morales Ibarra, una enamorada del básquet.
Romina Morales Ibarra, una enamorada del básquet.

Ya a sus 27, dirigió un partido informal después de que un técnico amigo le pidiera ayuda para poder desarrollar un encuentro. Aceptó y desde entonces no paró. Por lo que no hay dudas que ya conoce de roles dentro del básquet. Un largo recorrido que aún no termina.

Ella nació en Capital Federal, pero creció y se identificó con la ciudad puntana, en la cual sus seres queridos continúan residiendo. Por lo cual, estar desarrollando su profesión lejos de casa y hace que “se extrañe bastante a la familia, amigos y sobrinos”, confesó.

Romina Morales Ibarra en la terna arbitral.
Romina Morales Ibarra en la terna arbitral.

El árbitro, desde el imaginario, es la figura de una cancha a la que todos desprecian. Es el villano de todo partido. Sin embargo, esa imagen en el básquet es lo que se intenta cambiar.

El rol de impartir justicia

Ser árbitro es una profesión para elegidos y valientes, que realmente buscan que el juego sea limpio, correcto, justo y sano, en un ambiente en que, con el correr de los minutos, toma temperatura por la adrenalina y la competencia propiamente dicha.

Romina Morales Ibarra en acción.
Romina Morales Ibarra en acción.

De allí lo valioso de esta vocación, que le dio a ella el placer de decir que es la primera mujer en dirigir una final de Liga Argentina masculina (NdR: vendría siendo como la Primea Nacional en el fútbol) y colocar su nombre en la historia del arbitraje de la CAB. Fue en junio pasado en el duelo entre Independiente de Oliva y Zárate Basket.

“Es un honor para mi dirigir tanto masculino como el femenino. Lo disfruto muchísimo. Cuando lo hago en la Liga masculina intento de relacionarme con los jugadores, de ser empática, de entender qué es lo que se juega, ya sea con los más chicos como con los grandes”, explicó Romina.

Romina Morales Ibarra en acción.
Romina Morales Ibarra en acción.

Y diferenció: “Con el femenino, siento una responsabilidad muy grande porque al haber venido desde mis inicios en esa rama, entiendo el esfuerzo grande que es ser parte del femenino. Por eso siempre doy más. Si siempre doy el 100, en el femenino doy el 120 porque valoro mucho todo el trabajo que se hace en el básquet de la rama para seguir creciendo. A mi trabajo me lo tomo super profesional por eso pongo día a día lo mejor de mí”.

-¿Vivís situaciones complicadas con los varones dentro de la cancha?

-Son partidos. Allí te encontrás con jugadores más emocionales, otros que protestan más y que piensa diferente a lo que sancionamos. Hay veces que nos equivocamos y tienen razón en quejarse. Pero siempre tratamos de ponernos en el lugar del otro, de trabajar con la empatía. Fui jugadora y entiendo que en un partido juega la adrenalina y las revoluciones están a mil. Por lo que cuando me tocan situaciones complicadas, trato de poner paños fríos y no ir siempre a una sanción disciplinaria. Podemos estar en desacuerdo con entrenadores, jugadores, espectadores, dirigentes, pero todos entendemos que queremos lo mejor para el básquet.

Romina Morales Ibarra en la terna arbitral.
Romina Morales Ibarra en la terna arbitral.

-¿Desde el arbitraje y como profe, qué cambiaría para que el básquet crezca en el país?

-Ojalá que en todas las disciplinas, no sólo el básquet, existieran políticas que apoyen y se fomente desarrollos deportivo desde niños, incentivando desde las escuelas. Porque desde allí será más fácil que los clubes tengan jugadores con buena base, con un mejor desarrollado motriz. La realidad es que los chicos en etapa escolar no son estimulados para potenciar sus habilidades.

-¿Y con respecto al básquet femenino?

-Si bien está creciendo mucho el básquet femenino en el país y se abren posibilidades (ya hay 80 jugadoras en el exterior) creo que sería bueno que se siga apostando a una Liga fuerte en Argentina y al profesionalismo de las chicas.

Romina Morales Ibarra en acción.
Romina Morales Ibarra en acción.

El básquet una absoluta pasión

Quien se vincule con el básquet queda encantado. No hay quien lo haya jugado que no quede apasionadamente vinculado a este deporte. Y sea la función que se ocupe en el ámbito del básquet, todos tienen y luchan por un mismo objetivo. No importa el nivel ni la región de argentina que pertenezca. Eso genera el básquet.

“Me cuesta despegarme del básquet porque lo tengo en todos lados. Siempre tengo una pelotita picando en la cabeza”, confesó Romina.

Romina Morales Ibarra en acción.
Romina Morales Ibarra en acción.

-¿Si tuvieras que elegir tu lugar en el mundo?

-Qué difícil. Pero creo que mi lugar en el mundo es donde me siento feliz y hoy en día el básquet me hace feliz. Yo creo que es allí.

Antecedentes

La colegiada puntana dirigió el TFB 18/19 junto a Virginia Peruchini (otra jueza argentina de enorme trayectoria a nivel internacional) y también quedó en la historia al ser la primera vez que dos árbitros mujeres impartieran justicia en esa competencia.

Además dirigió en campeonatos argentinos, La Liga Argentina, el Torneo Federal, Liga de Desarrollo, Liga Nacional Femenina y el Sudamericanos.

En competiciones internacionales actuó en FIBA Americas U16 Masculino de Belem, en Brasil; y el FIBA Americas U16 Femenino de Aysén, en Chile.