Un hombre de 63 años se animó a hacer hasta lo imposible por conseguir empleo. 16 días atrás, el camionero Huberto Rodríguez salió de su casa de Misiones con solo un objetivo en la mira: conseguir trabajo. Tras viajar 1500 kilómetros a dedo y atravesar distintas provincias con hambre y calor, una mujer de San Luis le dio trabajo.
Huberto, de 63 años y viudo, emprendió su búsqueda solamente con una bolsita entre sus manos. Allí llevó sus certificados de vacunación contra el coronavirus, su carnet de conducir y otros documentos.
Pero más allá de la falta de bienes materiales, la convicción y la esperanza de que alguien le diera una mano lo acompañaron durante toda su odisea.
Al emprender su camino, con los pies hinchados y el estómago vacío tras varios días sin comer, soportando el calor y la lluvia, se cruzó con un camionero que lo llevó hasta Huinca Renancó, localidad del sur de Córdoba.
Allí, un vecino, Walter, conoció su historia y la compartió en las redes sociales. A partir de aquí Huberto comenzó a ver la luz de esperanza al final del camino.
La historia del final feliz de Huberto: una mujer le dio empleo
Una familia de Huinca Renancó se acercó a la estación de servicio donde estaba Huberto y lo llevó hasta Realicó, La Pampa. En ese entonces, Marta de Biscaldi, también camionera y dueña de un geriátrico, quien vive en San Luis, conoció la historia.
A través del medio Cabledigital ella se enteró de la búsqueda del hombre y no dudo en darle una mano. Marta se puso en contacto con la familia que había lo había trasladado hasta Realicó y le pidió que lo llevaran de vuelta a Huinca Renancó, que ella iba a ir a buscarlo.
Entonces salió desde su casa, en la localidad de Just Daract, San Luis, y recorrió 200 kilómetros para conocerlo.
Se encontraron con Huberto en una estación de servicio. Ahí había pasado la noche, pero gracias a un policía y a una empleada del lugar, había podido comer algo y tomar un café mientras esperaba la llegada de su ángel guardián.
Marta, cuyo marido también era camionero y falleció hace poco tiempo, se conmovió con el sacrificio de Huberto a tal punto que no sólo le dio trabajo, sino también un lugar donde vivir.
“Como no iba a ayudarlo. Yo soy camionera y mi marido también lo era. Cuando me enteré, pensé, no puedo dejar tirado a un camionero en la ruta, y salí a buscarlo”, contó la mujer a TN y La Gente.
Huberto le mostró con insistencia su carnet de conductor a Marta. “Yo quiero manejar uno de tus camiones”, le dijo con la sonrisa que recuperó tras estar casi dos semanas a la deriva.
Tras la emotiva charla emprendieron su viaje juntos hasta San Luis. Así comenzó la nueva vida de Huberto, quien el lunes comenzará a manejar el camión que supo ser del marido de su salvadora.
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