Víctor Chavero es de Villa Mercedes, tiene 55 años y es no vidente como consecuencia de una diabetes (tipo II) que le impidió cumplir con sus proyectos de joven. Pero lejos de ‘caerse’ le dio un giro a su vida y hoy habla de su discapacidad como una prueba que supo sortear gracias al apoyo de sus hijos, el ajedrez y la poesía.
Le diagnosticaron diabetes a sus 21 años cuando cursaba la carrera de Abogacía, en la Universidad. Después fue trasplantado de riñones y páncreas. A sus 43 años, perdió su pierna izquierda a la vez que perdió por completo su vista. No niega haber transitado por una depresión, pero destaca la fuerza que le dieron sus hijos: “Simplemente usé como bastón a mis pequeños. En ellos me tengo que apoyar y seguir”, dijo a El Chorrillero.
Según contó le gustaba andar en moto, bailar y caminar largas distancias, y ahora, con su condición, cambió todo aquello por el ajedrez y la escritura. De hecho, es campeón provincial de ajedrez adaptado y participó en certámenes nacionales e internacionales en este deporte, además incursionar en la prosa al punto que desea publicar su propio libro de poesías.
“Fue como que de repente nos apagaran la luz y tuviéramos que encontrar la salida, saber cómo servir un café o lo que fuera, eso y muchas otras cosas más como movilizarte, conocer las cosas”, describió.
¿Cómo juega al ajedrez?
Víctor forma parte de ACUA (Ajedrecistas ciegos unidos de Argentina), y se encarga bien de transmitir a las personas que “todos pueden jugar”.
“Puedo jugar con cualquier persona, porque lo único que debe conocer son las coordenadas del tablero. Yo puedo saber sus movimientos porque el contrincante debe decir cómo jugó”, remarcó a Diario La República en una publicación en el 2021.
Y aclaró al medio: “Es como la conocida batalla naval que uno decía por ejemplo A 5: bueno, acá es igual. Cada peón tiene un nombre y debe decir ‘Félix 6′, o el que mueva. Las piezas se diferencian por sus características, las negras en la parte superior tienen un relieve como un ‘clavito’ y además son un poquito más grandes que las blancas, así sea un milímetro. Ya nosotros estamos muy acostumbrados al tacto, entonces lo diferenciamos rápidamente”, puntualizó el ajedrecista.
Gracias a la Pandemia se adaptó a la tecnología
“La pandemia nos prohibió que hagamos encuentros como hacíamos antes, entonces tuvimos que adaptarnos a jugar virtualmente. Tengo mi computadora que también tiene un asistente que habla en cada click, y para las partidas hay plataformas. Es ingresar y jugar nada más”, sostuvo.
Además, como Víctor pertenece al Centro de Día Newen donde aprendió a jugar este deporte, ahora enseña y arbitra los encuentros y pertenece a la Federación Internacional de Ajedrez hace algunos años. Esto le permitió, según comentó, estar en contacto con personas de otros países del mundo; a comunicarse con otros y a hablar inglés más fluido.
Sus objetivos
“La verdad que teniendo sueños vas logrando cosas. No sabía que un día iba a poder estar compitiendo, y por ahora soy campeón provincial. Estoy buscando la posibilidad de ser campeón nacional en algún momento”, manifestó, como uno de sus objetivos como deportista.
Sin embargo tiene otros, que incluye a los demás: “Quiero ampliar las oportunidades laborales para las personas con discapacidad”, confió al principal medio puntano.
Y agregó: “Hay gente muy capaz que no está inserta laboralmente. No porque no quiera, sino porque no tiene la posibilidad”.
¿Cuál es su consejo para otras personas con discapacidad?
“Hay que tener sueños, tratar de encontrar tu pasión, y con eso después yo creo que Dios provee, te da la energía y los métodos. Lógicamente tenés que moverte, no te podés quedar esperando. Movete, hacé, andá, preguntá, decí. No importa que no logres nada hoy, pero a lo largo del tiempo vas a conseguir muchas cosas”, concluyó.