Ignacio de 7 años fue atacado por un perro mientras jugaba en la vereda de la casa de su abuela en el barrio Lucas Rodríguez de la capital puntana. Su padre contó que la pelota se le fue a la calle frente a la vivienda y cuando regresó el animal lo agarró y le lastimó la cara, la cabeza y el oído. La dueña del animal dice que el niño lo molestaba mientras comía.
José Albornoz, el padre del pequeño, contó a El Diario de la República que el ataque fue el martes alrededor de las 11 y "según los vecinos la pelota se le fue a la calle y al buscarla fue atacado por uno de los perros, que no tienen raza específica y son cruza de manto negro con siberiano".
"Le lastimó la cara, el área del oído fue la más afectada y tiene muchas heridas, tuvieron que hacerle puntos y por cómo le dejó la oreja tendremos que consultar a un cirujano plástico. Los testigos me dijeron que lo agarró en la calle y que lo soltó porque se le fueron encima todos. La dueña afirma que mi nene estaba en su jardín molestándolo y no es así, ella miente", dijo el Albornoz y afirmó que Liliana, la dueña de los animales, y su hermana, amenazan a todos los vecinos.
"Todavía no hicimos la denuncia porque fuimos al médico para constatar las lesiones, y con la certificación hacer la denuncia, lo vio el médico del hospital", aseguró el papá.
Por su parte Caty, otra vecina, contó que entre los tres perros le mataron la mascota a una señora que viven en la esquina de la cuadra. "A otro lo dejaron al borde de la muerte; a otro lo descaderaron; y atacaron a un hombre que pasaba en bicicleta, que se cayó y quedó con problemas en la cadera. Quisieron tapar todo haciéndose cargo de los gastos, pero estamos todos unidos para que hagan algo con los animales, porque eso no es suficiente", explicó la mujer, que describió a los agresores: "son grandotes, con pelo lacio largo, no sé de qué raza".
Aseguró que nadie hace denuncias porque todos le tienen miedo a la dueña. "Hay muchos niños y esto puede ser peor si nadie hace nada. Tenemos este problema desde hace tres años".
Johana es otra vecina que justo vive frente a la vivienda en la que reside la dueña de los perros. "Desde 2016 tengo problemas con la señora. Tengo un shar pei macho, se me metieron a mi casa, lo atacaron y me lo abrieron de punta a punta; le hicieron 25 puntos para salvarlo. Además agarraron a un caniche, le fracturaron las costillas. A los meses volvieron a agarrar a mi perro. Le advertí que esto podía pasar con un niño. No hice exposición, pero si hablé con proteccionistas. Pero la mujer no hace nada con los perros, se va a trabajar a las 7 e la mañana y los deja libres. Hablé con Zoonosis de la Municipalidad, pero no vinieron nunca", recordó y añadió que cuando fue a reclamarle por tercera vez que guardara los perros, la propietaria y su hermana la amenazaron y le pidieron que no se meta y que no pregunte más nada.