Cintia de Castro tiene 23 años, es de San Luis y estudia enfermería en la Universidad Nacional de San Luis (UNSL). Su sueño es trabajar para la Cruz Roja y está a punto de cumplirse, ya que viajará a Monterrey, México, para concientizar sobre el trato que recibe la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales) en el sistema de salud.
La joven puntana quedó seleccionada por Aiesec, una organización global sin fines de lucro formada por jóvenes de entre 18 y 29 años, de todo el mundo.
En una entrevista para El Diario de la República recordó nerviosa que: "Un amigo me alentó para que presentará un proyecto. Él hace bastante que viaja con esta organización y me contó de su experiencia. La verdad es que me entusiasmé desde el primer momento" y añadió que "Tenía que presentar un proyecto que se relacionara directamente con mi carrera. Pensé en qué podía aportar desde mi profesión. Fue ahí que se me ocurrió ayudar a la comunidad LGBT".
Cintia reconoció que no conocía tanto del tema y que "ahora me doy cuenta de la importancia que tiene. Muchos sufren discriminación por su condición y no son tratados como corresponde en el sistema de salud".
Además, destacó que en Monterrey trabajará con cinco voluntarias de distintos países. "Serán dos meses de intenso aprendizaje. Haremos hincapié en los adolescentes, que son los más vulnerable. Queremos escuchar las experiencias que han vivido con su familia, en la escuela y, sobre todo, con profesionales de la salud. Es un tema sensible y hay que saber llegar a la gente para que nadie se sienta ofendido", indicó.
Para la joven, esta oportunidad es mucho más que un voluntariado en sí: "Es un gran cambio. Soy hija única, y cuando se los conté a mis papás no lo podían creer; pero, de todas maneras, me ayudaron porque saben que me servirá para mi futuro.
"Me bancaron los pasajes y los tuvieron que comprar en el peor momento de la economía argentina", aseguró con la voz entrecortada, mientras, con sus dos manos tomó su pequeña cartera que tenía apoyada en sus piernas, levantó sus cejas y agregó: "Sin duda mi vida no será la misma después de este viaje".
"Esto me obliga a salir de mi zona de confort. Voy a hospedarme en la casa de una familia que todavía no conozco y pasaré las fiestas en un país que tiene una cultura totalmente distinta a la nuestra. Por suerte me voy en los meses que no curso en la facultad, es un gran alivio para mí, sino no sé qué hubiera hecho, no quiero perder un año", resaltó.
Cintia precisó que siempre quiso estudiar alguna carrera relacionada con la medicina. "Había visto enfermería pero no me animé. Tenía mala referencia y me parecía compleja, por eso opté seguir fonoaudiología. Después de dos años decidí jugármela y hacer lo que realmente me apasionaba, que es enfermería", contó alegre.
"No solo aprendés a cambiar un suero, sino que acompañás a las personas desde otro lugar. El año pasado hice las prácticas en una guardia y me di cuenta que con un pequeño gesto pude sacarle una sonrisa a un paciente. En enfermería, es una buena acción todos los días", resaltó emocionada la joven.
Además, manifestó que su profesión debería ser reconocida como corresponde. "Se dice que el enfermero no es un profesional de la salud, pero nosotros y los médicos trabajamos a la par. Cumplimos un rol fundamental para la atención y recuperación de los pacientes", indicó.
La puntana agregó que a su regreso quiere ayudar y compartir su experiencia con otros estudiantes, y alentó a los jóvenes a que se animen a salir al mundo para obtener nuevos conocimientos.
Aiesec la empresa que organizó y coordinó el viaje
Dicha empresa es una organización global, sin fines de lucro, formada por jóvenes de entre 18 y 29 años de todo el mundo. Sus miembros están interesados, principalmente, en temas globales, interculturalidad, liderazgo y emprendimiento.
Justamente, desarrollan sus capacidades a través de sus programas internos de miembros, liderazgo e intercambio. Su oficina central se encuentra en Rotterdam, Países Bajos. Actualmente, la red internacional de Aiesec incluye más de 100 mil miembros en 130 países y territorios. Es la organización internacional de jóvenes más grande del mundo, reconocida por la ONU. Está presente en unas 2.400 universidades de todo el mundo, proporcionando más de 30 mil experiencias de liderazgo a sus miembros, y enviando jóvenes en 20 mil intercambios internacionales.
Aiesec recibe soporte de más de cuatro mil organizaciones asociadas alrededor de todo el mundo para apoyar el desarrollo de los jóvenes y el acceso a personas con talento que buscan el crecimiento personal.