Este viernes trascendió a la prensa que el lunes una nena de 8 años del Instituto Privado Araipi, ubicado en la calle Belgrano de la ciudad de San Luis, se accidentó cuando trepaba la palestra, durante la hora de educación física, junto a sus compañeros. La nena cayó y el tirón le arrancó el dedo meñique de su mano derecha.
Leandro Corulo, el padre de Maia, dialogó con El Chorrillero y denunció que su hija realizaba la actividad "sin el arnés" ni cualquier otra medida de seguridad y añadió que: "Estamos priorizando la salud de mi hija y después vendrá lo que tenga que venir. Tuvimos que hacer la denuncia en la Justicia porque la situación fue grave. Nadie le va a devolver su dedo, lo único que pedimos es que no le suceda a otro nene y que las personas responsables se hagan cargo".
El padre, quien actualmente es jugador del plantel profesional del Club Sportivo Estudiantes, está convencido que "hubo negligencia por parte de la institución porque fallaron todas las medidas de seguridad para que se pudiera practicar la actividad". La nena se cayó de la palestra "sin arnés y sin casco", aseguró indignado.
"A mi hija le cambió la vida", resumió, y explicó que ahora deberá comenzar un tratamiento psicológico.
Explicó que algo estaba "mal en la pared", y que las autoridades no tomaron las precauciones: "Habían dejado un hueco, que pudieron haber tapado con una madera. Lo cubrieron después del accidente y que yo pidiera ver dónde había pasado todo. Pero la prueba más contundente es que el dedo ya no está, y le pudo pasar a cualquier otro niño".
Cuando Maia cayó de la pared, las autoridades se dieron cuenta de la gravedad y trasladaron a la nena en una ambulancia. "Me llamaron por teléfono y me dijeron que tenía un problema en el dedo y nada más. Cuando fuimos al colegio ya la habían llevado al Hospital San Luis. Una vez que estuvimos ahí la encontramos con la mamá de una compañera", contó el padre.
"Mi hija nos contó que el profe les pidió que se pasen de una tabla a la otra y en el medio de estas dos tablas estaba el hueco. Ella se resbala, da un giro y se engancha en ese hueco. Cuando hablamos con el profesor nos dijo que él estaba atrás de la nena, pero no le creo, porque si hubiese estado la hubiese sostenido", explicó.
Aseguró también que desde la institución les dijeron que "lo sentían mucho" y pidieron disculpas: "Pero con eso no le van a devolver el dedo a Maia".
Según su padre, Maia fue bien asistida en el Hospital San Luis pero como querían tener otra opinión médica la derivaron a una clínica privada. "Queríamos saber si podía recuperar el dedo pero nos dijeron que no había solución, que no se podía hacer nada", indicó.
También contó que mantuvieron una comunicación con el Ministerio de Educación, y se enteraron que la escuela "no había informado" el caso: "Nos dijeron que hagamos la denuncia para que ellos puedan actuar".