Saltó del camión recolector de basura y salvó a un bebé que se ahogaba

Escuchó el pedido de auxilio de una mujer y no dudo en socorrerla. El pequeño está fuera de peligro. Fue en Villa de Merlo, al interior de San Luis.

Saltó del camión recolector de basura y salvó a un bebé que se ahogaba
Sandro Gustavo Flores, un héroe merlino\u002E

Sandro Gustavo Flores estaba trabajando en la recolección de residuos cuando escuchó de pronto los gritos de una mamá pidiendo ayuda desesperada porque su bebé de casi 2 años se estaba ahogando. Sin dudarlo, el hombre saltó del camión y le salvó la vida. El hecho sucedió el jueves 13 de septiembre en Villa de Merlo, San Luis, pero se dio a conocer públicamente este martes.

Ese jueves alrededor de las 15:30, Sandro estaba trabajando como todos los días cuando un grito irrumpió su rutina y, sin querer, se convirtió en un héroe al salvar la vida de un bebé de casi dos años que no podía respirar.

Sandro Gustavo Flores, un héroe merlino.
Sandro Gustavo Flores, un héroe merlino.

Flores junto al conductor del camión, de apellido Romero, entraron a la vivienda de donde se escuchaba el pedido de auxilio. "Al observarlo, el bebé tenía un color violáceo, por lo que Sandro comenzó a brindarle primeros auxilios, y logró extraer de su boca flema, que al parecer le dificultaba respiración. En ese acto el pequeño pudo romper en llanto y volvió a respirar. Enseguida fue llevado al hospital por un vecino", relataron testigos a Infomerlo.

Sandro, apodado "El Diente", es un vecino conocido en la localidad por su actividad como futbolista. Pero a partir de ahora también lo será por ser un buen vecino y haberle salvado la vida a un pequeño. 

¿Cómo efectuar una reanimación cardiopulmonar en un bebé?

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es el método que puedes utilizar para salvar la vida de tu bebé en caso de que no muestre signos vitales (está inconsciente o ha dejado de respirar).

La RCP utiliza compresiones pectorales y respiración artificial para que circule sangre con oxígeno hacia el cerebro y otros órganos vitales, hasta que el bebé haya recobrado el conocimiento o llegue el personal médico de emergencia. Al mantener en circulación sangre oxigenada puedes ayudar a evitar daños cerebrales, que pueden ocurrir en cuestión de minutos, y también evitar la muerte, informó el portal Babycenter. La RCP no es difícil. Sigue los pasos que te indicamos a continuación:

Paso 1: Verifica si el bebé está inconsciente y no respira.

Grita su nombre para llamar su atención. Si no responde, dale un golpecito en la planta del pie y vuelve a gritarle su nombre mientras verificas si respira. (Mira su pecho y observa si sube a cada respiración, y trata de escuchar el sonido de su respiración).

Si el bebé no responde o se está ahogando, pide a alguien que llame al 911 o al número local de emergencias. (Si estás sola con el bebé, primero lleva a cabo dos minutos de reanimación cardiopulmonar siguiendo los pasos que se incluyen a continuación, y luego llama tú misma al servicio de emergencia de tu localidad).

Con rapidez, pero con cuidado, coloca al bebé sobre su espalda en una superficie firme. Párate o arrodíllate a su lado.

Asegúrate de que no esté sangrando mucho. Si lo estuviese, toma medidas para frenar la hemorragia aplicando presión sobre la zona. No practiques la RCP hasta que la hemorragia esté bajo control.

Paso 2: Lleva a cabo 30 compresiones pectorales.

Pon una mano sobre la frente del bebé. Coloca las yemas de dos dedos en el centro de su pecho, justo por debajo de la línea imaginaria comprendida entre sus tetillas. Comprime el pecho 1 pulgada y media (3.80 cm), y luego deja que regrese a su posición normal. Presiona con fuerza y rapidez. Las compresiones deben ser suaves, no bruscas.

Haz las compresiones a una velocidad de dos compresiones por segundo. Cuenta en voz alta: "Y uno, y dos, y tres…" presionando hacia abajo cuando dices cada número y dejando subir el pecho al decir "y". (La canción de los Bee Gees Staying Alive tiene el ritmo perfecto para estas compresiones).

Paso 3: Dale dos bocanadas de aire.

Nota: Si no puedes darle bocanadas de aire, hacer solo compresiones pectorales es mejor que nada.

Abre las vías respiratorias del bebé colocando una mano sobre su frente y dos dedos en su mentón, e inclina hacia atrás su cabeza para colocarla en una posición neutral. Cubre completamente la nariz y boca del bebé con tu boca.

Inspira normalmente, cubre su nariz y boca con tu boca y exhala suavemente adentro de los pulmones del bebé por más o menos un segundo hasta que veas subir su pecho. Si el pecho del bebé no se eleva, vuelve a posicionar su cabeza hacia atrás y asegúrate de cubrir completamente su nariz y boca con tu boca antes de darle la segunda bocanada de aire.

Si su pecho no se eleva quiere decir que sus vías respiratorias están obstruidas. Abre la boca del bebé, busca el objeto que le obstruye la respiración y sácalo si puedes. Después de cada serie de compresiones, sigue buscando en la boca del bebé el objeto que le esté bloqueando la respiración. Haz esto hasta que empieces a ver subir su pecho a cada bocanada de aire.

Repite el ciclo de 30 compresiones pectorales y dos respiraciones artificiales hasta que te encuentres en la siguiente situación: Observas signos obvios de vida.

Incluso si el bebé comienza a respirar antes de que llegue la ayuda, necesitará que lo revise un médico para que no haya dudas de que sus vías respiratorias se destaparon por completo, y de que no se produjo ningún daño interno.