Simeón Lucero de 58 años es de San Luis y a pesar de su edad tiene serios problemas de salud ya que le cuesta mucho caminar, se agita, le falta el aire, no puede manejar su auto y tampoco salir a pasear. Desde octubre del 2017 espera que la obra social PAMI le dé una fecha para reemplazarle una válvula del corazón.
El hombre es pensionado y afiliado a la obra social PAMI, debido a que tiene una discapacidad, su columna vertebral está completamente desviada y eso le imposibilita trabajar. Pero la peor situación la vivió en octubre del año pasado cuando estuvo una semana internado en un hospital debido a que tiene una válvula del corazón tapada que le impide llevar una vida relativamente normal y necesita que dicha obra social le autorice el reemplazo. Por el problema de la columna hace que la intervención deba hacerse por la ingle en vez de abrirle el pecho y, según el hombre, eso es lo que encarece el procedimiento. Aseguró a El Diario de la República que el costo, hace cinco meses atrás, llegaba casi al millón de pesos.
"Hace 10 meses que estamos luchando para conseguir que me operen, porque ya no puedo ni caminar", dijo incrédulo y recordó que el 11 de octubre estaba en la casa de su nuera, Noelia. Salió a darle de comer a los perros y sintió un fuerte dolor en el pecho que lo dejó sin aire. Cuando abrió los ojos, estaba internado en el hospital. "Ya me había pasado de quedarme sin aire, pero nunca tanto. Me sentaba un minuto, me mojaba la cara y se pasaba", aseguró.
"El médico me explicó que tenemos cuatro válvulas que irrigan sangre al corazón. A mí solo me funciona bien una. Por eso me canso tanto. No puedo hacer nada sin que termine en una salita en observación y llevo así más de 10 meses, necesito la operación para poder vivir mejor" rogó Simeón.
Luego del susto, Simeón ni bien salió de la internación empezó a gestionar los exámenes para que le hagan la operación. "Hice todos los papeles en San Luis, pero el cardiólogo que me iba a atender me cobraba 1.500 pesos la consulta y yo gano la mínima así que no lo iba a poder pagar. Entonces me dieron el número de otro doctor en Villa Mercedes que atiende con PAMI y no me cobraba. Una vez que me hice los estudios, me pidieron que vaya a fines de marzo para que me lo autoricen, cuando fui me dijeron que operaban a un paciente por mes y yo estaba en 5º lugar, tenía que seguir esperando, pero nunca me dijeron cuando me iban a intervenir. No me dieron turno, solo me comunicaron que en cuanto apareciera la válvula me operaban. Todavía ni noticias", expresó.
"También visité a un cardiólogo de San Luis, vio todos mis estudios y me dijo: 'no tengo ninguna solución en este momento, solo la operación. Te podría dar una pastilla para dormir, pero no es aconsejable porque te vas a acostumbrar. Tenés que hablar con el médico que te va a operar e insistir en el PAMI para que te traigan la válvula'", relató.
Según Simeón, el cardiólogo de Villa Mercedes le explicó que tenía dos opciones para la operación: "Una es que me abran el pecho y la otra que la hagan por la ingle. Eso sería lo ideal, pero es más cara, aunque la vamos pedir igual porque si me abren el pecho dice que es muy probable que los huesos no sellen bien por mi columna deforme y seguramente el corazón va a estar bien, pero voy a sufrir toda la vida dolor en el pecho. Además me dijo que no se anima a hacer la intervención por el pecho y que lo mejor es que sea por la pierna. El problema es el costo".
Sin embargo, para la obra social del estado todos esos estudios no son suficientes, por lo que nuevamente Simeón tuvo que demostrar la gravedad de su enfermedad.
Le autorizaron hacerse unos estudios para evaluar su condición, le pagaron el traslado a Córdoba, se hizo los exámenes y pero se los volvieron a rechazar. "Me explicaron que en una junta médica de PAMI en Buenos Aires, todos los médicos aprobaron la operación por la ingle menos uno, entonces terminó rechazado mi pedido. De la sede de San Luis habían programado la operación para el 18 de mayo, pero lo rechazaron y quedó ahí, estamos en agosto y sigo esperando. Me hace falta la intervención porque no puedo ni caminar. Sé que es más caro hacerlo por la ingle, me dijo el médico que sale cerca de un millón de pesos y eso fue hace como cinco meses, pero de la otra forma es muy peligroso para mí", concluyó dolido Simeón.