El miércoles alrededor de las 20:30, unos 30 alumnos tomaron el Rectorado de la Universidad Nacional de San Luis. Durante la mañana de ese día habían realizado una marcha en reclamo de mejoras salariales y mayor presupuesto; todo parecía tranquilo por la tarde, pero la medida de fuerza volvió a activarse por la noche.
Los alumnos que tomaron el edificio ubicado en la calle Ejército de los Andes, frente a la ex terminal de ómnibus, prefirieron no informarle al periodista de El Diario de la República a qué agrupaciones pertenecían, pero aseguraron que realizarían un comunicado de prensa.
Por su parte, los encargados de seguridad del Rectorado indicaron que los estudiantes que realizaron la toma pertenecen al Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas, junto a un grupo que se identifico como "autoconvocados".
En el edificio, además de los guardias de seguridad y los alumnos, también estuvo presente el secretario de Infraestructura de la UNSL, Gustavo Braüer y pasadas las 22:30 llegó el asesor jurídico de la casa de altos estudios, Néstor Nóbile, acompañado de una escribana para hacer el acta sobre la toma, un documento que finalmente no adjuntó los datos personales de ninguno de los responsables de la medida, ya que ninguno quiso identificarse.
La Asociación de Docentes Universitarios (ADU) emitió un comunicado de apoyo a los estudiantes, lo que evidenció que la toma es en apoyo a reclamos salariales y en el recorte del presupuesto en las universidades de todo el país. Uno de los jóvenes que participaba de la ocupación del edificio, le confirmó a dicho medio que el accionar era en apoyo al reclamo que llevan adelante los educadores universitarios.
El viernes se cumplirán tres semanas consecutivas de paro, por tiempo indeterminado. En San Luis la huelga cuenta con la adhesión de los trabajadores de la UNSL, UNViMe, la Facultad de Turismo en Merlo, la Escuela Normal Mixta y el Jardín Maternal.
