El miércoles, pasada la medianoche, la Policía de San Luis recibió un llamado anónimo al 911 de que en el barrio San Antonio de Villa Mercedes había disparos. La víctima es Cristian Ramos, de 19 años, quien recibió un tiro en el rostro y, a pesar de que lo operaron, no pudieron salvarle su ojo derecho.
La Policía no sabe quién se tomó la molestia de llamar al 911 para avisar de los disparos, tampoco pudieron recabar demasiada información sobre cuántos balazos fueron o si alguien alcanzó a ver quién o quiénes efectuaron los disparos. Los investigadores de la Comisaría 8ª, tampoco pudieron recolectar de los vecinos demasiada información. Lo más llamativo es que ni Cristian, ni su familia o sus vecinos hicieron la denuncia en la Policía.
Aseguran que el joven, quien fue atendido en primera instancia en el Hospital La Pedrera y luego trasladado al Policlínico Regional de Villa Mercedes, no quiere hablar sobre lo que pasó, informó El Diario de la República.
El jueves al mediodía, lo ingresaron a la sala de cirugía. El médico Agramut y un oftalmólogo lo operaron, informó Mario Echevarría, el vocero del Ministerio de Salud del Departamento Pedernera. La intervención quirúrgica se prolongó durante toda la tarde y pese al esfuerzo, no lograron evitar que, debido a la lesión en el nervio óptico, el joven perdiera su ojo derecho.
El jefe de la seccional, subcomisario Pedro Alaniz contó que: "Empezamos a recabar datos, pero nadie quería colaborar", incluso la mayoría de los vecinos no los atendían cuando tocaban a su puerta, y los pocos que lo hacían se negaban a decirles hasta el nombre del herido.
Los peritos de Criminalística, en calle Juan Saá y Potosí, no pudieron levantar ninguna vaina o cualquier otra pista relacionada con el ataque. De todas formas esperan determinar el calibre del arma con la que balearon al muchacho si es que los cirujanos logran extraerle el proyectil que quedó alojado en su cabeza.
Ramos aparentemente vive con su abuela en el barrio San Antonio y que el apellido de su familia no es desconocido en el ambiente policial, porque más de una vez ha estado vinculado a robos.
"Vamos a ver si podemos conseguir testimonios de vecinos que quieran hablar, porque en la zona no hay cámaras de seguridad. Le hemos insistido a la familia del chico que se presente en la comisaría a hacer la denuncia, pero no quieren", concluyó el subcomisario.