Con tapabocas y respetando el distanciamiento social, sesenta y cinco estudiantes del centro villamercedino de la UNSL (Universidad Nacional de San Luis) volvieron al Comedor para buscar sus viandas. Este lunes, el establecimiento ubicado sobre la ruta provincial Nº 55 volvió a abrir sus puertas aplicando las medidas sanitarias necesarias para prevenir la COVID-19. El menú de bienvenida fue pastas con salsa boloñesa.
La entrega de las viandas es de 12 a 14 y el costo es de $60. Incluyen plato principal, fruta y pan. Los alumnos y alumnas de las facultades de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales (Fcejs) y de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias (FICA), que residen en el campus, fueron los primeros en llegar.
Tal como lo establecen los protocolos, la alta casa de estudios remarcó las distancias con cinta blanca en el piso para que se adecuaran a la medida. La mayoría llegó con su táper, acostumbrados a la modalidad anterior. Pero, a diferencia del sistema previo a la pandemia, recibieron la comida en una bandeja descartable, el pan envuelto en film y una naranja.
Para los jóvenes, la reapertura del salón fue un alivio. La mayoría vive en las residencias y se solventa con la ayuda que recibe de sus familias, que están en otras provincias. Asimismo, destacaron que la Secretaría de Asuntos Estudiantiles y Bienestar Universitario (Saebu) colaboró con donaciones. Irina Carrizo, alumna de Ingeniería, dijo: "Para nosotros es un gasto y una preocupación menos. Si bien a la noche no solemos cenar mucho, el almuerzo es importante. A veces es difícil porque estamos un poco alejados de los comercios y suele complicarse ir a buscar cosas para comer".