El obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez dispuso el sábado de manera arbitraria que por decreto se debe mantener la costumbre litúrgica de que sólo monaguillos varones presten servicio en el altar. Lo que generó un gran malestar entre las mujeres, que ya participaban.
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La decisión de Martínez se hizo pública a través de un comunicado por Facebook en donde establece una lista de artículos y fundamenta tal determinación, que ahora todos los fieles de la religión católica deben seguir.
El comunicado generó gran malestar en las mujeres de la comunidad católica porque en varias iglesias y parroquias, las mujeres prestaban servicio como "monaguillas", según publicó El Chorrillero.
Algunos sacerdotes habían formado a mujeres para que estuvieran presentes en las misas y además prestaran sus servicios, lo que generó la molestia y enojo por parte del pastor de la diócesis, alentado por comentarios en las redes sociales de sectores conservadores de la iglesia católica apostólica y romana de San Luis.
Cabe destacar que la diócesis puntana es una de las pocas o la única en el país donde la comunión debe darse en la boca y está expresamente prohibido que se entregue en la mano a los fieles.