En julio, Romina Jaime de 21 años llegó al Hospital del Sur, en cercanías al barrio San Luis XV - donde vive la joven- en la capital puntana, acompañada por su madre con un fuerte dolor abdominal. En un momento pidió ir al baño, dio a luz y cuando vieron que había perdido sangre los profesionales médicos decidieron derivarla a la Maternidad "Teresita Baigorria", allí contó que había tenido un bebé pero que estaba en un cesto de basura de donde la atendieron en un primer lugar.
Jaime dio a luz a un varón, que nació a término y murió asfixiado luego de que lo tiraran a la basura, envuelto en una campera. Eso se supo luego de la autopsia y las pericias policiales.
El jefe de la División Homicidios, Javier Sosa confirmó la detención de madre e hija en una vivienda del barrio San Luis XV.
Según informaron fuentes a El Chorrillero, el bebé de Romina Jaime "nació sin complicaciones" y de parto natural, según precisaron los especialistas en ese momento. Pesó 2,600. Fue encontrado "sin signos vitales" en un tacho de basura el 19 de julio, y desde ahí la División Homicidios comenzó la investigación.
Este lunes por la mañana el juez Penal 2 de San Luis, Ariel Parrillis, ordenó detener a la joven madre del bebé.
La joven vive con su padre y la pareja de éste, ellos aseguraron que no sabían de que estaba embarazada o siquiera si tenía pareja.
El Departamento de Homicidio de la Policía de San Luis trabajó todo este tiempo en determinar cómo murió el bebé, si ella lo asfixió y luego lo arrojó a un canasto de basura o si lo puso en un canasto de basura y allí el chiquito se quedó sin oxígeno. Pero según El Diario de la República, esa hipótesis estaría descartada porque alguien lo hubiera escuchado llorar.