Un changarín de 41 años quedó detenido por el abuso sexual de su hijastra, una niña de 12 años y con quien convivía desde hace 9. La confesión de la menor a su madre fue clave para que se desprendiera una investigación en el Centro ANIVI y se recolectaran las pruebas necesarias para dictar la prisión del sujeto, quien al momento de sentarse frente a la jueza se mostró sorprendido y quebró en llanto.
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El caso salió a la luz el 26 de mayo, mismo día en el que ocurrieron los abusos. Según la menor, todos dormían en la casa cuando su padrastro la abordó con manoseos y la sometió a prácticas de sexo oral. Horas más tardes terminó contándole todo a su madre, quien le reprochó lo ocurrido a su pareja y denunció el caso en la comisaría.
El acusado escapó a Mendoza, donde tiene familiares. A partir de una investigación que inició el fiscal Roberto Mallea y la ayudante Andrea Insegna se pudo recolectar las pruebas necesarias (testigos e informe médico) para pedir formalmente la detención del padrastro de la víctima. La aprehensión se dio el 31 de mayo, cuando el sujeto regresó de la provincia mendocina.
Esta semana el changarín estuvo en Tribunales y pudo declarar en el marco del delito de abuso sexual gravemente ultrajante por el que se lo acusa. Según contaron fuentes judiciales a Diario de Cuyo, sólo alcanzó a decir que la denuncia lo “sorprendió”.
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En los próximos días se dará el testimonio mediante Cámara Gesell de la niña. Esta declaración definirá si hubo una situación puntual de abuso o tal vez ocurrieron hechos más graves. El detenido, mientras tanto, seguirá privado de su libertad por un mes más.
