Florencia Genovart, una sanjuanina que padece endometriosis profunda, continúa escribiendo su historia personal y visibilizando una causa que conoce profundamente. Tiene 27 años de edad y desde hace dos que viene moviendo cielo y tierra no solo para mitigar sus dolores sino también para visibilizar la causa que la aqueja.
El padecimiento más complicado de Florencia es el de endometriosis profunda. Pasó muchos años para llegar a ser diagnosticada certeramente, ya que nos médicos no podían identificar lo que padecía. Sufría muchos dolores menstruales y le decían que era normal, pero esas dolencias cada vez eran más intensas y con mayor frecuencia. “En septiembre de 2018 tuve un episodio de dolor inexplicable, después de que justo estaba terminando con mi período. Empecé a sangrar de nuevo y ahí empezó toda la odisea”, contó.
En 2020 se movilizó para juntar fondos y así poder viajar a Alemania y tratarse. En aquél momento le tocó la puerta hasta al mismo Santi Maratea y pudo sensibilizar a cientos de personas sobre su caso. Florencia, además, padece otros dos síndromes: el de “cascanueces” y el de May-Thurner. En el país europeo pudo tratarse y, aunque hoy sus dolores continúan, vive en un escenario mucho más alentador.
En diálogo con Diario La Provincia SJ, la joven contó: “Mi dolor sigue, la endometriosis se supone, según todos los médicos, está frenada. Pero es una enfermedad que causa muchísimos problemas y más de los que la gente se imagina. No es solamente dolor, genera muchísimas consecuencias. Básicamente lo que genera la endometriosis es dolor y en algunas mujeres la infertilidad, que por eso se dan cuenta después de tantos intentos de que tienen el diagnóstico”.
“Hasta hace un mes y medio estaba tomando pastillas y cambié de método gracias a un médico en Suiza que me dijo que siguiera con este nuevo tratamiento”, agregó: “También necesitas atención psicológica porque es una enfermedad que hay que tratarla por varios lados y no es económico. Ahora tengo el implante Mirena que me dura 5 años”. En relación a los controles, Florencia detalló que se los hace una vez por año: “Estás en constante tratamiento. Hay muchas chicas que solamente con las pastillas hormonales andan muy bien y sin menstruar. En la mayoría el dolor cesa”.
La lucha de Florencia se colectivizó, y hoy pide por una ley que ampare a todas las chicas que transitan esta enfermedad y que no saben qué hacer. Si bien había un proyecto a nivel provincial, no prosperó en la Cámara de Diputados. “Desde la pandemia que no hay novedades, básicamente la dejaron de lado. En diciembre me junté con las chicas y vimos que estaba todo parado. La van pateando y es una ley que nunca avanza porque lo que necesitamos es que sea nacional”, advirtió.
Por último, concluyó: “Luchar por una ley que ampare una enfermedad, me parece ilógico porque es algo que debería estar contemplado. Para el Ministerio de Salud no es una enfermedad. Estamos luchando por eso a ver si podemos tener una mejor calidad de vida entre todas y no estar peleando de 8 a 10 años para encontrar el diagnostico. Los médicos no están capacitados, no saben. Acá en San Juan hay dos que han realizado la capacitación pero los demás están muy lejos de poder decirte qué tenés. Es urgente la necesidad de tener una ley”.