Un empleado municipal de 43 años falleció en la madrugada del sábado después de recibir una trompada mortal por parte de su hijo, en la provincia de San Juan. La víctima, identificada como Ernesto José Vega, perdió la vida en el interior de su casa. El joven podría quedar en libertar por tratarse de un homicidio preterintencional, delito que se configura cuando el autor tuvo intención de causar daño pero no la muerte.
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El caso ocurrió en el Barrio Güemes, departamento Rawson. De acuerdo a la hipótesis que manejan los investigadores, padre e hijo protagonizaron una discusión después de ver juntos el partido de Argentina-Uruguay. Aparentemente el padre le recriminó al chico su actitud para con un compañero de trabajo, cuando veían el encuentro de Copa América.
En medio del cruce, cuando ya no estaban las visitas, el joven de 22 año golpeó violentamente a su padre en el rostro. El hombre terminó contra una pared de la vivienda, en la que golpeó su cabeza, y luego cayó al piso.
Todo ocurrió en presencia de la madre y al menos otro hijo del fallecido, indicaron a Diario de Cuyo. Todos automáticamente corrieron a asistir a Vega en medio de un clima de desesperación y conmoción. La familia intentó reanimarlo, pero no hubo caso.
A los pocos minutos llegaron los primeros efectivos policiales. Después arribaron al lugar el coordinador de la UFI de Delitos Especiales Adrián Riveros, sus colaboradores Fabricio Poblete, Francisco Pizarro y Pablo Orellano, los investigadores de Homicidios y Personal de Criminalística. Los funcionarios judiciales y policiales recabaron toda la evidencia que había en el lugar para definir la situación del único sospechoso.
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Según el informe de la autopsia, la víctima tenía la boca lastimada y un hematoma en la parte posterior del cerebro que resultó letal. Sin embargo el joven podría quedar en libertad, ya que se trataría de un crimen preterintencional, porque suponen que el golpe de puño no pudo haber causado la muerte de Vega.