La pequeña Evelyn Luna falleció de un disparo en la cabeza tras haber quedado en el medio de una gresca vecinal. El autor del disparo, Alberto Galván, se entregó a la Policía, dijo que no quería matar a nadie y que disparó al aire. Pero siete testigos que dieron su versión de los hechos ante la Justicia aseguraron que Galván disparó contra la gente, ocasionando el disparo mortal.
El acusado está imputado por la Justicia por homicidio simple, lo que implica una pena de entre 8 y 20 años de prisión. En base a los testimonios y las pruebas recogidas, podría recaer una pena aún mayor por matar con intención a otra persona según publicó San Juan 8.

La ira de Galván se generó luego de que un menor entrara a su vivienda del barrio Medalla Milagrosa y le robara una amoladora. Inmediatamente después salió con un arma casera y disparó. Dos tiros impactaron contra dos niños, uno de diez años, que está fuera de peligro y la pequeña Evelyn, quien falleció.