El 29 de marzo fue un día que los vecinos del barrio Medalla Milagrosa, de Pocito, seguramente recordarán de por vida. Es que una pelea vecinal, cuyos motivos tienen múltiples versiones, terminó con dos niños internados por heridas de bala: un nene de 10 años y una niña de 3, con un tiro en la cabeza. Por el tremendo caso, hay un menor detenido, señalado como implicado. El autor material se encuentra prófugo. En el medio de la conmoción, los vecinos le prendieron fuego la casa al presunto culpable de los tiros.
La versión que maneja la Policía es que la pelea arrancó porque quien habría efectuado los disparos, de apellido Galván, se ofuscó por el robo de una amoladora. La furia lo llevó a buscar una tumbera que tenía en su vivienda y efectuar disparos al aire, que terminaron con dos niños heridos.
Por el caso está detenido un menor de edad, de 16 años. El chico es señalado como quien habría sustraído la herramienta. Los uniformados se encuentran buscando a Galván, que permanece prófugo de la Justicia.
Fue tal la indignación que generó en los vecinos la reacción de Galván, que decidieron quemarle la casa. Para evitar que la situación se salga de control, la Policía resguarda la zona y patrulla permanentemente el lugar.
Mientras la tarea policial sigue su curso, hay un menor fuera de peligro (el niño con el tiro en la pierna) y otra peleando por su vida. "Mi bebé está muy grave", le dijo a Tiempo de San Juan Martín Luna, padre de la nena baleada. La pequeña tuvo que ser operada en el hospital Rawson. Su pronóstico es reservado.