Desde enero a la fecha, el consumo de carne cayó un 30% en San Juan. Según un relevamiento de Diario Huarpe, la caída del consumo se debe principalmente a dos factores, por un lado la crisis económica y por el otro, el confinamiento por la pandemia. Tanto carniceros como proveedores coinciden en que el consumo no va a repuntar pero esperan que los números repunten un poco hasta fin de año.
Sebastián Parra, uno de los principales proveedores de la provincia, dijo que la crisis económica ha llevado a esta baja histórica en las ventas. "La crisis económica está haciendo su impacto en la calle. La carne roja tuvo un 30% en promedio de disminución en el consumo en toda la provincia", alegó el empresario.
Sobre el aislamiento y la cuarentena, afecta principalmente porque los asados suelen ser un ritual en reuniones sociales de todo tipo. Al estar suspendidas, baja la compra de carne. A esto se le suma que no hubo eventos desde marzo. Casamientos, cumpleaños y encuentros empresariales también son generadores de una importante demanda de carnes rojas.
Las ventas cayeron en casi toda la provincia, excepto en Capital, Santa Lucía y Rivadavia. Sobre los aumentos de precio de la carne, Parra indicó que la caída del consumo no está relacionada con la inflación directamente. Incluso, aseguró que durante este año fueron pocas las subas significativas del precio de la carne, porcentajes que no llegaron a alcanzar a la inflación.
Los sanjuaninos dejaron el asado y pasaron a comprar por "puñaditos". Ahora lo que más se vende es carne molida y muchas veces las compras no son ni siquiera de medio kilo. La molida especial se consigue entre $330 y $400, dependiendo de la zona y la común entre $200 y $240 el kilo.