En las Lagunas de Guanacache, cerca del límite provincial con Mendoza, habita desde hace siglos la comunidad originaria huarpe Aguas Verdes, que sufre la falta de agua y un fuerte impacto ambiental. Hace exactamente un año se organizó una movida solidaria en la que participaron distintos actores de la sociedad sanjuanina y que fue un bálsamo para las necesidades de lugareños. Pero las soluciones de fondo, aún no llegan.
Según detalló un informa de Diario Huarpe, aquella campaña solidaria sirvió para visibilizar las condiciones de vida del pueblo y su aislamiento. También sirvió para delinear estrategias y proyectos que aún están lejos de su concreción, más aun después del azote de pandemia. Si bien las gestiones avanzan, los tiempos de la burocracia están muy alejados de las dos mayores necesidades de los habitantes del lugar: más agua y un camino que brinde accesibilidad.
El referente de la comunidad, José Díaz, consideró que las soluciones "vienen lentas", aunque consideró que se trabaja en la dirección adecuada "porque la comunidad está bien parada y sabe adónde apuntamos: a que el pueblo se desarrolle como pueblo preservando la cultura, la tradición".
Díaz destacó como necesidad primera la concreción del ansiado camino, junto al cual llegarían las otras soluciones, como el agua y la electricidad). Esto le permitiría a la comunidad comercializar sus productos y facilitaría además el ingreso de ambulancias ante una urgencia de salud.
Otro tema relevante para los huarpes es poder contar con más agua, tanto para consumo humano como para la producción agropecuaria: "Nosotros seguimos consumiendo 40 litros de agua por día por persona cuando los organismos mundiales recomiendan 150 a 200 litros. En este caso, seguimos vulnerados", dijo Díaz.
Las lagunas que dan nombre a la localidad supieron ser fuente suficiente para el desarrollo de estas actividades; sin embargo, la intervención de una empresa, que habría derivado las aguas para uso propio, provocó una sequía sin antecedentes. Pese a los repetidos reclamos de la comunidad, el Gobierno aún no ha intervenido para subsanar este problema.
"Con el daño que esa empresa (Industrias Chirino) le ha hecho a San Juan, creo tendrían que estar todos presos si existiese justicia. Esa empresa hace un montón que tendría que haber liberado los drenajes de aguas y no lo hace", consignó el referente de los lugareños.
Por parte del Estado provincial, la ministra de Gobierno, Fabiola Aubone, consideró que "los reclamos son justos porque tienen que ver con agua, con electricidad, con acceso a la salud, con acceso a la educación y con caminos". Pese a ello, reconoció que alcanzar estos objetivos no es tarea fácil y pidió a la comunidad que no pierda la esperanza, ya que desde el Gobierno están trabajando para llevar soluciones.